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Soledad Martínez y Ramón Lanús enfrentan dura interna entre pares y con ultraderechistas

La presión y amenaza de los hermanos Milei en romper lanzas con el PRO condiciona el armado electoral en los municipios.


Por: Tano Armaleo.- La dura y agresiva interna de los hermanos Milei contra el PRO que conduce Mauricio Macri se encuentra en un punto de inflexión que, por ahora, no tiene una definición taxativa. Difícil saber si la cuerda de la que tanto tiran desde Casa Rosada llega al extremo de romperse al punto de dejar al PRO en plena soledad electoral. Más complejo es descifrarlo, en tanto y en cuanto Milei es el mascarón de proa de un puñado de empresas multinacionales que lo tienen sentado en el sillón de Rivadavia ejecutando el plan escrito en la denominada Ley de Bases y quieren garantías electorales.

 

Si verdaderamente La Libertad Avanza, tal cual argumentan “El Jefe” Karina Milei y Patricia Bullrich, considera que el electorado del PRO ya está con ellos, un acuerdo de cúpulas nada aportaría al oficialismo. Salvo “pagar por algo que ya no cotiza en el mercado electoral”, suele deslizar ante cronistas el asesor presidencial y estratega político del gobierno, Santiago “Billetera” Caputo.

 

El gobierno, en esto de recrear la teoría de amigo-enemigo, estimular la grieta, la intolerancia y el odio, considera que el enemigo a vencer es el populismo. Es decir, todo lo que huela a peronismo, a un espacio con espíritu y sentimiento nacional, que tenga pensamientos de soberanía, desarrollo productivo nacional, trabajo de calidad, justa distribución de la riqueza, entre otros puntos.

 

La encrucijada del PRO no es menor toda vez que, además de que el electorado parece alinearse con el pensamiento del gobierno, no menos concreto es que dirigentes del espacio también se muestran cercanos. Así como la exmontonera de Barrio Norte y tirabombas Bullrich es una fiel exegeta de la ultraderecha gobernante, en la misma sintonía se encuentra, por caso, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela (PRO), quien no duda en alinearse detrás de LLA. En un plano similar se ubica el diputado Diego Santilli y el intendente de Gral. Pueyrredón, Guillermo Montenegro.

 

Por su parte, al diputado nacional  y presidente del Bloque del PRO, Cristian Ritondo, quien acaba de ser denunciado por presunto enriquecimiento ilícito (ver nota en siguiente link: Corrupción oficial: Milei respaldó a Cristian Ritondo ), es objeto de no pocas críticas internas debido a su extrema cercanía con Santiago Caputo.

 

En este marco de idas y vueltas y donde acuerdos políticos y negocios no se habrían respetado, el oficialismo, desoyendo los reclamos del PRO, se encuentra en pleno proceso de armado territorial en todas las provincias.

 

Frente a esta avanzada, Jorge Macri, a modo de preservar el territorio anunció el desdoblamiento electoral, similar a lo que sucede en otras provincias. Al respecto, en provincia de Buenos Aires no descartan también desdoblar las legislativas.

 

Mientras el gobierno maneja la incertidumbre y la chequera como herramienta de disciplinamiento, el intolerante, autoritario y violento primer mandatario aseguró que “con el PRO iremos juntos donde se pueda concretar una alianza”. Lo que omitió decir fue que en esto de ir juntos no considera pagar, entregar cargos legislativos a dirigentes del PRO en lugares relevantes. Esos lugares de privilegio, Karina Milei y Santiago “Billetera” Caputo pretenden reservarlos a dirigentes propios.

 

Si la madre de todas las batallas para vencer al peronismo se centra en la provincia de Buenos Aires, el ir separados podría alejar, una vez más, a LLA y al PRO de una victoria electoral.

 

Aun con hilo en el carretel, la tensión entre el PRO y la ultraderecha gobernante no encuentra un punto de unidad. Las internas entre ambos espacios y dentro de cada partido es tan dura que, a la fecha, nadie puede determinar a ciencia cierta cómo cierran en provincia.

 

Esto también se traduce en los distritos donde el PRO tiene la intendencia en sus manos. En lo que respecta a Zona Norte, San Isidro y Vicente López son dos distritos donde La Libertad Avanza intentará quedarse con las intendencias que hoy gobierna el PRO. Saben que es una alquimia posible.

 

A diferencia del intendente de San Isidro, Ramón Lanús, que está entregado a las mieles de la exmontonera de Barrio Norte y tirabombas Patricia Bullrich -fiel soldado de los hermanos Milei y enfrentada a Mauricio Macri-, Soledad Martínez la tiene un tanto complicada en Vicente López. No sólo es intendenta. Además es la vicepresidenta del PRO a nivel nacional mientras Mauricio Macri es el presidente.

 

En el caso de Lanús, un acuerdo electoral con LLA es considerado como muy factible. Más aún cuando el jefe comunal tiene un Concejo Deliberante con una sola banca que le responde genuinamente y aliados electorales (Convocación) que también ambicionan el municipio aun cuando son parte del ejecutivo. Además, Lanús, quien carga con no pocas críticas sobre su débil gestión, podría tener como rival electoral a Gustavo Posse quien se presentaría con un partido vecinal.

 

Distinta es la situación de Soledad Martínez. Cuenta con un Concejo Deliberante de su confianza que le permite moverse con tranquilidad. Y cuando esto no sucede, concejales de LLA terminan acompañando al oficialismo. Sin embargo, la interna entre gorilas de LLA es abierta y despiadada. Nada distinto a lo que transcurre entre Casa de Gobierno, la vicepresidenta y entre funcionarios y legisladores del partido gobernante.

 

En Vicente López, un sector de La Libertad Avanza nada quiere saber con cerrar filas detrás de Soledad Martínez. En esta línea se alistan, por ahora, la concejala Marta Tello y Luis Palomino. Aun no teniendo poder electoral de fuste como para inquietar a la jefa comunal, el hecho de contar con un sello como el de LLA genera cierta expectativa.


En el mientras tanto, Soledad Martínez, seguramente haciendo gala de su habilidad deportiva, traduciéndola en gambeta política, podría echar mano sobre una gestión municipal que requiere reoxigenamiento frente a un escenario electoral complejo, extremo y con dirigentes gorilas dispuestos a todo. Y una oposición peronista que no logra ser, por ahora, una expresión esperanzadora. Por lo tanto, sumar más política y que ésta se vea refejada en las calles, sería parte de la alquimia local que desplegaría "la Sole" de Vicente López.

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