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No es un país de mierda, ponete, sentí la camiseta

Así como dirigentes políticos y periodistas se cansaron de fustigar a Diego Maradona y Lio Messi con discursos agrietados, también reivindican a Margaret Thatcher, al punto de entregar Malvinas. Son lo que creen que “Argentina es un país de mierda”. Son los que no se calzan la camiseta


Por: Fernando Gañete Blasco.-La vestimenta que se utiliza en los equipos de fútbol nació a finales del siglo XIX y tenía como objetivo una identificación básica en el campo. De esa manera el público sabía para qué lado pateaba cada uno de los jugadores que estaban en el campo de juego.


Con el correr del tiempo y el capitalismo creciente, las marcas de indumentaria aprovecharon para posicionar sus logos, darse a conocer y conquistando como clientes a los aficionados de los distintos clubes y selecciones. Pero más allá de ello, el fin sigue siendo el mismo, no sólo en el ámbito amateur, sino en lo más alto de la élite del fútbol. Por caso, si no fuera por la identificación de las camisetas, quienes no son expertos del fútbol no sabrían reconocer quién juega para cada selección en un partido entre Francia o Inglaterra contra equipos africanos. Más allá del aprovechamiento de esos países poderosos de sus colonias o ex colonias que aun siguen dependiendo de los europeos, es un ejemplo de la importancia de las camisetas para conocer a quién defiende cada jugador. Los uniformes de los jugadores son imprescindibles para quienes no conocen mucho de fútbol puedan saber para qué equipo juegan.


A partir de allí, surgen los sentimientos como el famoso “amor por la camiseta”. Si hasta hubo un sector de la sociedad que cuestionaba a Lionel Messi porque ganaba todo con Barcelona F. C. pero no lograba triunfos con la celeste y blanca. Periodistas acusaban al astro argentino de “pesetero” (término de quien sólo le interesa el dinero). Esos mismos que indignaron a sus seguidores, cambiaron drásticamente, al punto de negar que dijeron lo que dijeron cuando la Selección argentina conquistó la Copa del Mundo en Qatar.


Pero a veces esos “indignadores” (si se permite el término de quien busca poner de mal humor a la sociedad) no sólo lo hacen desde los resultados deportivos. Si hasta criticaron a Diego Maradona por hacer trampa en el gol con la mano a los ingleses. El periodista Bernardo Neustadt en ese entonces comenzó una campaña de desprestigio diciendo que había que pedir perdón por el primer gol del astro a Inglaterra en el Mundial ´86. Nunca se manifestó en la misma sintonía cuando años antes Margaret Thatcher ordenó - desobedeciendo todos los tratados internacionales- hundir el crucero General Belgrano matando a cientos de chicos argentinos.


Esos periodistas desde siempre estuvieron del mismo lado. Ya sea en el deporte o en la política. Buscan indignar a la sociedad para hacer vulnerable a sus integrantes. No proponen nada positivo, sino destruir lo nacional. Por supuesto que ese poder que maneja a esos periodistas, también tiene representantes políticos. Sin ir más lejos, hoy en ese lugar están Mauricio Macri, Patricia Bullrich y el candidato para el próximo balotaje por La Libertad Avanza, Javier Milei.


El economista mediático y la derrotada de Juntos por el Cambio, han propuesto a los gritos e indignados cosas como romper con la moneda nacional y usar una que no se fabrica en la Argentina, sino depender de otro país (en este caso, EE.UU). Promueven destruir el Banco Central. Expresan que prefieren que estalle la Argentina, antes que gane Massa. Quieren destruir a sus compatriotas que piensan distinto. Defienden a quienes desde el terrorismo de Estado mataron, secuestraron y torturaron argentinos, además de robar bebés y quedarse con empresas de manera ilegal. Quieren entregar los recursos naturales de nuestro país en manos de empresas multinacionales. Hasta se animaron a decir que se podían regalar las Malvinas y muchas cosas más en defensa de sus intereses y el de sus socios, en desmedro de los de toda la población argentina. El mismo Milei se manifestó admirador de Margaret Thatcher. Si hasta quieren convencer a sus ciudadanos que es un país de mierda.


Por el otro lado está Sergio Massa por Unión por la Patria que, con sus errores, limitaciones, defiende los intereses nacionales y los de sus habitantes. Promueve la unidad nacional, la justicia social y pretende un país donde sus habitantes puedan lograr una movilidad social ascendente.


Si hubiera que repartir camisetas para que -quienes no conocen mucho- entiendan para dónde patea cada uno, es claro que Massa defiende a la Argentina, por lo que habría que darle la celeste y blanca. Probablemente Milei prefiera la camiseta de los Estados Unidos o la de Inglaterra.


¿Y si les damos camisetas de fútbol para que los votantes sepan para quién juega cada candidato?


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