Macri va domesticando al “Loco”, ¿será de atar?
En la intimidad, el ex presidente lo define a Milei como “El loco”. Un "loco" que promete venta de órganos, persecución a opositores, fin de la obra pública, despidos y tarifazos.
Quien fue presentada por Javier Milei como su futura Canciller, Diana Mondino, aseguró que “el mercado de órganos es algo fantástico”. Una definición que despertó la aireada y lógica reacción de profesionales de la salud, del INCUCAI, de gente que busca ser trasplantada y, sobre todo, de la sensatez y sentido común.
No existe en el mundo un mercado de órganos. Es inadmisible por donde se lo analice. Sin embargo, la ultraderechista alianza Macri-Milei baja semejante discurso convencida de que esto puede succionar algún voto.
Mondino también propuso que los vecinos de los barrios se hagan sus propias cloacas, es decir, que el Estado deje de asistirlos en lo que sería una mejora de sus condiciones de vida.
“En vez de pagar impuestos, se junta la gente del barrio y dice hagamos tal obra, por ejemplo, una cloaca, y después se hace. Es como se hizo siempre”, dijo, evidentemente sin conocimiento de lo que implican obras de este tipo que requieren una compleja planificación que excede a un barrio.
En definitiva, Mondino no hace más que abonar lo que proponen desde la Libertad Avanza, ahora fortalecido el proyecto con la llegada de Mauricio Macri: el fin de la obra pública. Macri, vale recordar, llevó a su mínima expresión la obra pública cuando le tocó gobernar. Pretendía ejecutarlas por el denominado sistema privado de PPP (Participación Público Privada) que, en los pocos países que se llevó adelante, fue un fracaso y una gran estafa por parte de las empresas. Eso se vio claramente en el Reino Unido e Italia, por ejemplo.
Demás está decir que, de consumarse el proyecto del fin de las obras públicas, miles y miles de trabajadores de la construcción quedarían en la calle, serían despedidos.
Si esto de por sí es dañino, no menos cierto son los tarifazos y devaluación que prometen consumar en el caso de conquistar las elecciones. Tarifazos que recuerdan cuando Macri impuso entre un 2.500 y 3.000% en las facturas de luz y gas. Esto llevó al cierre de más de 35 mil comercios barriales y PyMes. Además, levantó una avalancha de reclamos y presentaciones judiciales por parte de clubes barriales e instituciones de bien público que no podían enfrentar semejante situación. Debieron intervenir intendentes como Gabriel Katopodis, Luis Andreotti, Gustavo Posse, Julio Zamora, en lo que respecta a la región norte, para unir fuerzas junto al Defensor del Pueblo de la Provincia, Guido Lorenzino, con el objeto de frenar los mencionados tarifazos. Fueron los estados municipales quienes acompañaron (subsidios de por medio) a clubes barriales a la hora de poder enfrentar tarifas imposibles de pagar.
No por casualidad, el pacto Macri-Milei contempla que el macrismo tenga el control de YPF. El candidato a encabezar la petrolera estatal (51%) privada (49%), no sería otro que Javier Iguacel. El mismo que encabezó la presidencia de Vialidad Nacional durante el macrismo. Según especialistas y empresarios de la construcción, fue el peor período de Vialidad que la democracia supo tener.
Lo que ha quedado en carpeta, por exigencia de Macri, es la dolarización y eliminación del Banco Central. No así una fuerte devaluación, que no haría más que destruir salarios y arruinar a no pocos comercios e industrias. También se le exigió a Milei que moderara sus propuestas, a fin de endulcorarlas y bajarles un tono: mentir para conseguir votos. Sí le permiten insistir con el discurso de "eliminar el gasto público". En términos de PBI, el "gasto político" está por debajo de 0,05%, es decir, no tiene incidencia.
Además, Milei pretende “destruir” la coparticipación de las provincias. El tema mereció el rechazo de gobernadores de Juntos por el Cambio y del peronismo. Frente a esta situación, Macri le exigió a su nuevo socio, al cual define como “el loco” según cuentan allegados al ex presidente, evitar referirse al tema. Sí abonar el camino de “exterminar” al peronismo y perseguir a todo aquello que se oponga al proyecto de la ultraderecha, lo que Macri define como populismo: radicales, socialistas, sindicatos, peronismo y sectores religiosos. Al respecto, cabe recordar, Milei propone romper relaciones con el Vaticano.
Bajo este panorama, el domingo 19 la población irá a las urnar. No a elegir simplemente un presidetne. Se dirimirá entre dos modelos. Aquel que promete previsibilidad, unidad nacional, tolerancia, y el que va por el camino de la intolerancia y autoritarismo, el que levanta el modelo de la persecución y el odio al que piensa distinto. Tal vez, frente a esta marcada impronta odiadora, vale citar a Pablo Avellutto, ex Ministro de Cultura del gobierno de Mauricio Macri, quien además le prologó el libro al ex presidente. Dijo: "Probé la droga del antikirchnerismo rabioso, pero un día la dejé". El nazismo y el fascismo nacieron con discursos odiadores que enamoraron a millones de seres que estaban desencantados con el presente. Cuando esos votantes abrieron los ojos y descubrieron el horror, ya era tarde.
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