Los milagros existen, Dios es Argentino, el Papa peronista y Massa el enviado
Cuando la intolerancia y virulencia avanzan, la sensatez parece imponerse, sólo así se comprende, en parte, el excelente resultado de Unión por la Patria.
Por: Tano Armaleo.- Todo indica que se estaría cumpliendo aquello que los milagros existen, que Dios es argentino y el Papa peronista. Ahora, con los resultados electorales a cuestas, se le podría añadir que Sergio Massa sería una suerte enviado que viene a unir aquello que otros pretenden romper, destruir.
Si para muchos nativos el peronismo es inexplicable en tanto y en cuanto es visceral, emocional y “profundamente humano y cristiano” como reza la doctrina Justicialista, por lo tanto sólo así se comprende el “milagro” electoral, cuánto más complejo para un analista internacional.
Si frente a ciertos datos de la realidad social (sequía, deuda con el FMI, inflación y pobreza) se le añade la constante y permanente agresión mediática y de dirigentes opositores que cargan diariamente contra el gobierno, y no faltan algunos de tropa propia que no escatiman críticas, Sergio Massa se llevó las elecciones (36% de los votos, Milei 30%, Bullrich23%), es en este punto donde se podría hablar de milagro.
Sin embargo, más allá de la disquisición milagrosa, lo cierto es que Sergio Massa sacó a relucir una impronta como hacía años no se veía en las arenas políticas. Militó cada una de las 24 horas del día y de la noche, sí, así de claro, no paró nunca. Se cargó la campaña al hombro, sacó un amplio menú de propuestas y mejoras para la población. NO ahorró energía a la hora de buscar votos. Conoce cada rincón del Estado como pocos y esto le permitió marcar la diferencia con el resto de los candidatos. Candidatos que, a decir verdad, y parafraseando a Perón, no es que nosotros somos mejores, el tema es que el resto son tan malos que nosotros brillamos, hicieron todo lo posible para perder.
Sergio Massa logró contagiar mística y empatía en la militancia. Nadie se quedó en su casa. Tal vez, la mejor expresión de esta pasión militante y compromiso con la realidad la haya dado Gabriel Katopodis trepado a los trenes persuadiendo y explicando las propuestas y ventajas del modelo que impulsa Unión por la Patria.
Por lo tanto, más allá de lo milagroso, detrás de Sergio Massa, además de capacidad, experiencia y entrega, también hubo un gobierno que, aún con las deudas pendientes, fue infinitamente mejor que el de Juntos por el Cambio. Los pocos logros fueron superlativos. Así pareció entenderlo una buena porción de la población que priorizó la tolerancia, el respeto a la diversidad, frente a la intolerancia y autoritarismo y violencia que proponía la oposición.
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