Lo que la iglesia y la población ven y padecen en carne propia
El categórico mensaje del arzobispo Jorge García Cuerva durante el Tedeum por el 9 de Julio
Fiel a los preceptos católicos y abrazando la cruz de Cristo, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en el Tedeum por el 9 de Julio celebrado en la Catedral porteña, envió un categórico mensaje al poder institucional, a la dirigencia política en general y al mundo empresarial que, en el afán de acumular, deja a millones de trabajadores por debajo de la línea de pobreza producto de los bajos salarios. "En Argentina 6 de cada 10 chicos son pobres, niños con hambre que revuelven basura, chicos no escolarizados o con una instrucción muy básica", sostuvo García Cuerva.
Además, señaló que “la educación básica tiene que ser el primer objetivo de un plan de desarrollo” y sin esquivar responsabilidades agregó: "hicimos cosas mal en el pasado del que todavía nadie se hace cargo, aunque el resultado es que 6 de cada 10 chicos en Argentina son pobres". Por otro lado, denunció que "algo no está bien cuando hay dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre".
"Muchos argentinos están haciendo un esfuerzo enorme, que conmueve, esperanzador. No permitas que lo cascoteemos con la voracidad del poder por el poder mismo, conductas reprochables que demuestran que a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie", amplió el prelado.
Las expresiones del religioso, muy cercano al Papa Francisco, no hacen más que poner de relieve la cruda realidad por la que atraviesa el país, especialmente a partir de la llegada del presidente Milei. En apenas 7 meses de gobierno, el deterioro social, el crecimiento en más de 8 puntos de la pobreza e indigencia, respectivamente, al igual que los más de 160 mil despidos de trabajadores (públicos y privados), el cierre de 3.550 empresas, la no entrega de medicamentos y alimentos a sectores vulnerables, tarifazos que irrumpen en hogares y comercios, una devaluación del 118%, apertura indiscriminada de importaciones, no hicieron más que generar, además de lo mencionado,se produce una caída considerable del consumo (21%), de la recaudación impositiva y de la producción; y llevar la pobreza del 38% al 50%.
El generador de semejante cuadro es el modelo fundamentalista que impulsa el intolerante y agresivo presidente. Un modelo, conocido y fracasado, que sólo aporta beneficios, en el mejor de los casos, a un reducido número de personas.
Dentro de este contexto,y con 4 muertos por frió a metros del Ministerio de Capital Humano, Milei sostuvo que el Pacto de Mayo es "el puntapié del nuevo orden para nuestro país" y pidió "hacer lo que funcionó en todo el mundo". El mandatario subrayó que "un Estado chico con funciones delimitadas vale más que un Estado grande que dilapida los recursos y bloquea la prosperidad. Desde el Estado nacional demostramos nuestro compromiso haciendo la reducción del gasto público más grande de la historia nacional, los aquí firmantes se hicieron responsables de hacer lo mismo en sus distritos", aseguró.
Además, sin perder de vista su autoritarismo e intolerancia, el presidente que asegura “viene a dinamitar el Estado”, fustigó a los ausentes en el Pacto de Mayo durante la cadena nacional: “Hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental; en algunos casos porque sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso argentino, en otros casos por miedo o vergüenza de haber persistido en el error por tanto tiempo. No es casualidad que entre estos últimos se encuentren quienes intentan boicotear a este gobierno y conspiran para que fracase”.
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