La Iglesia tendió la mesa mientras el gobierno niega un plato de comida

En un claro gesto de compromiso solidario y fe cristiana, el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, abrió la Catedral a los empobrecidos por el sistema.

Dando una nueva muestra de compromiso solidario y fe cristiana, el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, abrió la Catedral a los empobrecidos por el sistema para tender la mesa y garantizarles un plato de comida caliente. Un claro mensaje a quienes, a escasos 100 metros, consideran que la pobreza es una opción de vida y no la consecuencia de modelos políticos que empobrecen a los pueblos mientras otros acumulan lo que nunca utilizarán. Niegan un plato de comida mientras la corrupción tiñe y mancha a ministros y al propio presidente. Descreen, también, de la importancia que tienen los movimientos sociales y sectores religiosos a la hora de contener y abrazar a los empobrecidos por el sistema.

Tanto desprecio le tienen a los humildes que dejaron arrumbados más de 5 millones de kilos de comida mientras comedores y merenderos de todo el país no reciben los alimentos.

"Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande. No podemos nosotros hacernos los tontos: hay que acompañar con hechos y no sólo con palabras ese enorme esfuerzo", había dicho García Cuerva frente al Presidente Javier Milei y el resto del gabinete durante la misa del 25 de mayo. En la misma sintonía, el obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, y el arzobispo de la provincia de San Juan, Jorge Lozano, sumaron sus críticas públicas recientemente por el acopio de alimentos. No muy distinto fue lo que le dijo el Papa cuando lo visitó el intolerante y autoritario presidente Milei: “no descuide a los pobres”.