La devaluación llegó al mostrador, al bolsillo de la gente
- Editorial Tobel
- 16 abr
- 2 Min. de lectura
Aumentos en todos los rubros. Prepagas y colegios preparan lo suyo. A las tarifas de servicios domiciliarios, el gobierno le puso un cepo hasta después de las elecciones.

Como era de esperar, la devaluación (30%) orquestada por el gobierno del autoritario e intolerante presidente Milei, llegó a los mostradores. Al bolsillo de la gente.
Alimentos, productos de limpieza, material de construcción son los rubros donde se manifestaron las mayores alzas. En algunos casos, se practicaron aumentos cercanos al 30%. Tal el caso de carnes. Al respecto, Ramiro, que atiende una carnicería en la coqueta Victoria, San Fernando, aseguró que la paleta pasó de $10.152 a $13.400 (32%), en tanto la bola de lomo de $11.871 a $15.200 (28%). En aceites se han dado aumentos de entre un 12 y 15%. Esto se vio registrado en supermercados barriales.
No muy distinta es la situación en el rubro construcción. En este sentido, en el segmento sanitario, el aumento rondó el 8%. En tanto, en impresiones gráficas 10,5%.
En la grilla de aumentos aguarda la medicina prepaga y cuotas escolares. Prometen aumentos por arriba del índice inflacionario de marzo, 3,7%.
También se aguardan más tarifazos en materia de combustibles. En cuanto a tarifas de servicios, por caso, eléctricas y gasíferas, el gobierno presiona para que los aumentos peguen una disparada luego de las elecciones. Se proyecta un gran tarifazo tras las elecciones. Esto a partir de modificar, unir, los registros de N1 y N3. Si hoy están llegando facturas eléctricas en domicilios de Olivos, San Fernando y Martínez, por caso, que promedian los 100.000 pesos, a partir de diciembre el gobierno les permitiría a las empresas que aumenten muy por arriba de la inflación acumulada durante el año. “Aplicando las mismas recetas políticas, económicas, no pretendas lograr otros resultados, la devaluación se traslada a precios, no a salarios”, explican desde la consultora Bogado.
El cuadro nacional se ve agravado con la baja de consumo:13,9%. Y salarios en baja, al igual que haberes jubilatorios que continúan perdiendo ante la inflación y, ahora, frente a la devaluación.
Datos matan relato: en lo que va del gobierno de la ultraderecha gobernante, 1.050 panaderías en todo el país debieron cerrar. La venta de pan cayó entre 45 y 50%. 11.300 Pymes debieron cerrar las puertas. El salario promedio en Argentina ronda los 750.000 pesos. La Canasta Básica Familiar es, según el INDEC, $1.100.266. En tanto, el ingreso Básico Familiar de Indigencia muerde los 500.000 pesos. Los jubilados cobran $260.000 más un bono de 70 mil pesos que permanece congelado desde diciembre del 2024. Los gremios no logran paritarias por arriba del 1/1,5% mensual. Salvo bancarios que parten de un promedio salarial cercano al $1.800.000. El resto de la masa laboral viene perdiendo capacidad de ingreso.
Comentarios