Jorge Macri se corre de Vicente López y calienta, aún más, la interna
Montado en el Grupo Dorrego, alienta su candidatura a gobernadora, pone dique de contención a la avanzada de otros dirigentes de Juntos por el Cambio que intentan desembarcar en Buenos Aires con candidatos propios y se erige como garante de unidad.
Foto archivo: Intendentes del PRO reunidos en el Municipio de Vicente López
A esta altura del partido nadie desconoce y mucho menos oculta la virulenta interna que padece Juntos por el Cambio. Una virulencia que proviene de lengua filosa y envenenada como las de la psicópata Elisa Carrió que, al solo efecto de obtener un par de diputados, azuza con su candidatura a gobernador por la provincia de Buenos Aires acusando a diestra y siniestra. La otra lengua filosa surge de la otrora dirigente montonera, devenida a ministra de Fernando de la Rúa, hoy exegeta de Mauricio Macri, Patricia Bullrcih a quien no pocos dirigente le pone unas cuantas fichas como candidata a presidenta; previa escala a una diputación nacional. Y quien también salió a calentar la interna fue Martín Lousteau, al mandar al ex presidente de Juntos por el Cambio a jubilarse. Más serenos se presenta el espacio que intenta conducir Horacio Larreta, donde convergen dirigentes como Vidal, Diego Santilli, Emilio Monzó, Gustavo Posse, Coti Nosiglia, Rogelio Frigerio.
En el medio de esta tormenta, y puja de intereses, asoma el Grupo Dorrego que nuclea a intendentes del PRO de la provincia de Buenos Aires. En este caso, los jefes comunales pretenden mostrarse como puentes de unidad en medio de la rivalidad reinante entre el sector que aún considera al ex presidente como garante de unidad; y como tal, conducción nacional, y los más aperturistas: Larreta, Emilio Monzó, por caso.
Intendentes como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Julio Garro (La Plata), Diego Valenzuela (Tres de febrero) , Néstor Grindetti (Lanús) y Jorge Macri (Vte. López), integran esta suerte de fuerza interna. Así como pretenden ser puente, también procuran poner un dique de contención a las presiones de Larreta y de la propia Bullrich que, cada uno a su modo, pretenden meter candidatos en la provincia de Buenos Aires. Entre ellos a Diego Santilli impulsado por el jefe de la CABA.
Detrás del Grupo Dorrego, la figura que intenta erigirse como conducción y no oculta la intención en ser candidato a gobernadora, es Jorge Macri.
El intendente de Vicente López, con cierto orden político y administrativo en lo distrital, y una candidata a sucederlo, Soledad Martínez, viene recorriendo la provincia golpeando puertas en intendencias amigas y de las otras.
Si la impronta de Jorge Macri es reivindicar el rol de los intendentes como mejor figura a la hora de encabezar la candidatura de gobernador, su pares también tocan la misma sinfonía. Así lo manifestó el intendente Garro luego de reunirse con Jorge Macri. “Con Jorge -dijo el intendente de La Plata- coincidimos en que no hay nadie mejor que un intendente para recorrer el territorio, compartir experiencias y buscar soluciones juntos. Las grandes cosas se hacen en equipo, y estamos dispuestos a trabajar en conjunto para que los municipios avancen”.
Y agregó: “Estamos convencidos que el próximo gobernador de la Provincia tiene que ser un intendente del espacio, alguien que conozca la realidad de cada barrio, que esté presente como estamos nosotros todos los días, poniendo el hombro y llevando soluciones a los vecinos”.
Jorge Macri, utilizando viejos manuales de política, recorre la provincia con un discurso basado en castigar y criticar al oficialismo. Así es como insiste que “millones de argentinos trabajan día a día con incertidumbre. Son ellos los que tenemos que cuidar, alentar, buscar ampliar sus posibilidades. Ayudarlos a crecer para que generen empleo, para que abran nuevas puertas”.
Y como quien comienza a escribir la historia desde ayer, Jorge Macri asegura que “después de un año en el que sufrimos la pérdida de muchas fuentes de empleo es vital que rescatemos los valores del trabajo, de los que invierten, de los que apuestan al futuro. Son ellos los que nos salvan. Es el panadero que crece, toma empleados y les da la oportunidad de mejorar en su oficio. Es la comerciante que crece y abre nuevos locales generando trabajo y crecimiento. Es la profesional que consigue ampliar su clientela. Todas estas personas son la Argentina que trabaja y la Argentina que queremos ver crecer”.
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