Homenaje al artista Víctor Jara
En el Centro Cultural Kirchner a 90 años de su nacimiento
Hoy, miércoles 28, se realizará un concierto en memoria del gran cantautor chileno que contará con la participación de Isabel Parra y Tita Parra junto a músicos de nuestro país como Julia Zenko, Flor Bobadilla Oliva, Manu Sija, Agustín Ronconi y el director Pablo Marino.
“Para mí, el artista es el auténtico creador y por lo tanto es, en su esencia, un revolucionario. El arte no es patrimonio de los comprometidos, pero el compromiso te hace ver mucho más hondo cuales son las raíces de nuestro mal”, afirmaba Víctor Jara, uno de los máximos héroes que la música popular chilena entregó a Latinoamérica.
A noventa años del nacimiento de este gran músico y también director de teatro, el Centro Cultural Kirchner, la Embajada de Chile en nuestro país, el Centro Cultural Matta y la Fundación Víctor Jara presentan el miércoles 28 a partir de las 20 h el Homenaje a Víctor Jara, un concierto único que contará con la presencia de Isabel Parra y Tita Parra junto a músicos de nuestro país como Julia Zenko, Flor Bobadilla Oliva, Manu Sija, Agustín Ronconi y Pablo Marino, como director musical.
Entre otros temas, se escucharán los himnos populares El derecho de vivir en paz, Manifiesto, Deja la vida volar, Vientos del pueblo, Te recuerdo Amanda, Plegaria a un labrador y El pueblo unido jamás será vencido. El concierto se transmitirá en vivo a través de Canal de YouTube del CCKirchner y de radio Sonido Cultura.
El ensamble está integrado por Marino en arreglos, dirección musical y guitarra, Chungo Roy en piano, teclado y arreglos, Olga Pinchuk y Javiera González en violín, Mariano Malamud en viola, María Eugenia Castro en cello, Pablo Mengo Vittini en guitarras y ronroco, Ariel Naon en contrabajo y bajo eléctrico, Gabriel Alberto Cuman en contrabajo y bajo eléctrico, Víctor Carrión en flauta, saxo soprano y aerófonos y Horacio Cacoliris en percusión.
Víctor Lidio Jara Martínez nació el 28 de septiembre de 1932, posiblemente en el poblado de Quiriquina, en la Región de Ñuble, Chile. Fue el anteúltimo de los seis hijos de Amanda Martínez y Manuel Jara, campesinos pobres sin más contacto con el arte que los versos y melodías del cancionero popular de la época.
En 1953 se integró al Coro de la Universidad de Chile, con el que actuó por primera vez en una puesta de Carmina Burana de Carl Orff. Al poco tiempo ingresó también a la Compañía de Mimos de Enrique Noisvander. Cada vez más cautivado por las posibilidades del lenguaje escénico, comenzó la carrera de teatro en la Universidad de Chile. Allí conoció a la bailarina inglesa Joan Turner, su compañera hasta el final.
Paralelamente a sus estudios de teatro, Víctor Jara se hizo un participante activo del movimiento de revaloración de la música folclórica chilena, investigando y recopilando el canto popular de distintas regiones del país. Por entonces comenzó su relación con estudiosas de la cultura folclórica como Violeta Parra, cuya obra se transformó en uno de los faros de su derrotero artístico. Por entonces, participó en un disco del Conjunto Cuncumén con una de las canciones por él recopiladas, Se me ha escapado un suspiro.
Durante toda la década del '60, Víctor Jara desplegó una intensa actividad como director de teatro y compositor. En el Conjunto Cuncumén, con el que realizó giras por varios países socialistas de Europa, fue además de cantante, bailarín y director artístico. También colaboró con Quilapayún, como autor, cantante y director. Mientras se editaban sus primeras canciones como solista se lo podía encontrar habitualmente en la la Peña de los Parra, junto a Ángel e Isabel Parra y el cantautor y escritor Patricio Manns, entre otros. En ese ámbito, se estaba gestando el movimiento de la Nueva Canción Chilena.
La publicación de su cuarto disco Pongo en tus manos abiertas, en 1969, le dio a Víctor una enorme proyección pública que no hizo más que redoblar su compromiso como cantor del pueblo. “Soy folklorista, soy un hombre de extracción popular. Aprendí desde pequeño el lenguaje de los más, que son los más humildes y humillados. Conocí las sílabas del viento, de la poesía hermosa y natural de la vida allá en el campo. Mi madre me enseñó a cantar. Hoy estoy feliz con lo que hago pero también descontento o impaciente porque hay mucho que hacer. A veces quisiera ser diez personas para hacer diez cosas que el pueblo necesita”, dijo alguna vez.
El sanguinario golpe militar del 11 de septiembre de 1973 contra el gobierno de Salvador Allende sorprendió a Víctor Jara en la Universidad Técnica del Estado, para participar en una actividad junto al presidente. Un grupo de militares cercó los edificios de la universidad y detuvo a funcionarios, docentes y estudiantes, quienes debieron pasar la noche en la Escuela de Artes y Oficios, para ser trasladados a la mañana siguiente al Estadio Chile, para entonces convertido en campo de concentración.
En el Estadio Chile Víctor Jara escribió su último poema; Somos cinco mil. Sus compañeros sacaron el texto del lugar y se lo hicieron llegar a su compañera Joan. Luego de ser sometido a torturas durante varios días, Víctor Jara fue asesinado el 16 de septiembre de 1973.
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