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Fue asesinada en 1977, "volvió a nacer como flor en el prado" en 2025: Virginia Beatriz Tempone tenía 21 años, militaba y soñaba

  • Foto del escritor: Editorial Tobel
    Editorial Tobel
  • hace 4 días
  • 3 Min. de lectura

Sus restos acaban de ser identificados por EAAF. Su historia resurge para recordarnos que faltan nietos por restituir, archivos por abrir y justicia por completar.

 

Columna de Opinión: José "Pepe" Armaleo*

Fue secuestrada en Mar del Plata en plena dictadura cívico-militar. Sus restos fueron hallados en una fosa NN en el cementerio de Avellaneda.


En medio del desmantelamiento de políticas de derechos humanos y el cierre de espacios de memoria, el EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) identificó a Virginia Tempone. Su historia resurge para recordarnos que faltan nietos por restituir, archivos por abrir y justicia por completar. Ni olvido ni perdón: Memoria, Verdad y Justicia.


Virginia Beatriz Tempone tenía 21 años. Estudiaba Derecho, militaba, soñaba con un país más justo. Fue secuestrada por la dictadura cívico-militar el 26 de enero de 1977 en Mar del Plata y asesinada el 5 de abril del mismo año en Avellaneda, junto a los militantes Guillermo Enrique Pérez y Carlos Alberto Waitz. Sus cuerpos fueron enterrados como NN en una fosa común del Cementerio Municipal.


Treinta y cinco años más tarde, gracias a las muestras de ADN aportadas por su familia, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar sus restos, que habían sido exhumados en 1989. Finalmente, Virginia fue restituida a sus seres queridos en Alicante, España. El hallazgo no es sólo una noticia conmovedora: es un hecho profundamente político.

En un contexto en el que el gobierno nacional impulsa un relato negacionista que minimiza, relativiza o incluso justifica el terrorismo de Estado, el trabajo del EAAF reafirma una verdad histórica incontrastable: en Argentina existió un plan sistemático de secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas. No fue una guerra. No fue una reacción exagerada. Fue un proyecto político de exterminio.


Desde su creación hace 40 años, el EAAF ha identificado los restos de 838 personas desaparecidas, ha exhumado más de 250 cuerpos sólo en el cementerio de Avellaneda y ha rastreado más de un centenar de sitios de inhumación clandestina en todo el país. Su tarea es científica, pero también profundamente ética y política: reconstruir la identidad de los desaparecidos es también reconstruir su historia, su lucha y su humanidad.


Pero hoy esa tarea se encuentra amenazada. El negacionismo no se expresa sólo en discursos públicos: también se manifiesta en el ajuste presupuestario, el vaciamiento institucional, el cierre de programas y los despidos en espacios y organismos de memoria, como los sitios donde funcionaron centros clandestinos de detención, tortura y exterminio.


Y las deudas del Estado siguen abiertas. Todavía quedan más de 300 hijas e hijos apropiados por el terrorismo de Estado que no conocen su verdadera identidad. Todavía se reclama la apertura total de los archivos de la represión, que permanecen bajo llave en manos de las fuerzas armadas, de seguridad y de inteligencia. Saber quiénes fueron los responsables, quiénes apropiaron, quiénes callaron y callan. La verdad no puede esperar más.


Virginia, como tantos y tantas, fue desaparecida por elegir el camino de la militancia, por comprometerse con la transformación social, por imaginar un país distinto. Su nombre recuperado es una señal de esperanza y una advertencia: la memoria no se ajusta, no se olvida, no se rinde.


Cada identificación es una victoria contra el olvido, una grieta en el muro del silencio. Por eso decimos con fuerza: queremos a los nietos y nietas con sus familias, queremos los nombres de los responsables, queremos los archivos abiertos y la justicia completa.


Solía decir Néstor Kirchner "Que florezcan mil flores", a la hora de pondera la militancia y honrar la vida de aquellas y aquellos a quien la dictadura les arrebató la vida.


Virginia Tempone, presente. Ahora y siempre. ¡30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos, presentes! Ahora y siempre.


“La historia no se borra, la memoria no se clausura, la justicia no se negocia y la soberanía no se entrega”.


*José “Pepe” Armaleo: Militante, Abogado, Magister en Derechos Humanos, integrante del Centro de Estudios de la realidad política y social Argentina Arturo Sampay.

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