Federico Achával se suma para suceder a Kicillof mientras a Ritondo lo mantienen oculto
La crisis libertaria acecha a millones de personas, el calendario electoral no se toma vacaciones y las internas comienzan a dar sus primeros pasos.
Al calor de un verano sofocante, con cortes de luz, tarifazos, bolsillos enflaquecidos, mostradores fríos y despidos por doquier debido al modelo político gerenciado por el presidente Milei, la dirigencia política, en particular la opositora, no toma vacaciones. Es un año complejo por la crisis referida y por ser un año electoral.
Así como Maurico Macri se entregó a las mieles y encantos del oficialismo y su primo Jorge no descartó una candidatura del expresidente para el 2025, previendo, seguramente, que la intentona de Karina Milei y Santiago “Billetera” Caputo, además de arrebatarle los votantes al PRO es ”no pagar a los dirigentes por lo que dicen valer”, quieren quedarse con el control de la caja del gobierno de la Ciudad. Mientras tanto, en el PRO no terminan de saber cómo ocultar la denuncia que pesa sobre Cristian Ritondo, ampliar nota en siguiente link: Corrupción oficial: Milei respaldó a Cristian Ritondo
En tanto, la provincia de Buenos Aires, campo de las grandes contiendas electorales que definen destinos, el intolerante autoritario y violento presidente tomó al gobernador Kicillof como estandarte de su preocupante teoría que remite a tiempos del nazismo: amigo-enemigo. Milei puso al gobernador peronista en la lista de enemigos a “destruir”. Lo sitúa por celos profesionales -Kicillof fue brillante universitario, doctorado en economía- mientras el presidente fue un oscuro estudiante que sólo alcanzó a laurearse como uno más del gran pelotón. Buen logro, por cierto, pero no llegó a escalar académicamente. Esto lo frusta y lo pone mal. Su ira es solo mitigada por "el jefe", Karina Milei.
Es tan grande la inquina que tiene Milei sobre Kicillof que el gobierno nacional le adeuda a la provincia de Buenos Aires, es decir, a los bonaerenses, más de 7 billones de pesos en concepto de impuestos y programas. Además, a la provincia se le niega el porcentaje histórico (35%) y que merece tener en concepto de coparticipación. No obstante esa realidad, la oposición, en particular radicales y el PRO, nada dicen al respecto. Parece tener una silenciosa complicidad con el gobierno central al punto tal de no votarle el Presupuesto 2025, la Fiscal Impositiva y la toma de deuda para saldar créditos tomados durante la gestión de Vidal y ejecutar obras públicas, en particular aquellas que el gobierno de la ultraderecha eliminó de agenda.
Dentro de este contexto, y con un Axel Kicillof que, de no mediar cambios -por ley no puede ir por un tercer mandato, legisladores opositores analizan cambiarlo contando, en principio, con la anuencia del oficialismo-, le resulta imposible ambicionar a un tercer mandato, la danza de precandidatos ha comenzado a dispararse.
Así es como el intendente de Pilar, el peronista Federico Achával, decidió, a diferencia de los funcionarios del gobierno de Milei, no frenar por vacaciones. Además de caminar su distrito habilitando obras- algunas de ellas financiadas po la provincia- y manteniendo contacto con la comunidad, decidió salir a caminar la provincia.
Con dos mandatos sobre las espaldas, Achával retomó recorridas por el Conurbano y algunos municipios más distantes de este cordón. Recorrió los distritos de Pila y Dolores. Según describieron desde el Municipio, fue “con el objetivo de seguir poniendo en valor la industria, el desarrollo y el trabajo”. Más allá de la postura oficial, lo concreto es que Federico Achával, con respaldo de sectores de La Cámpora, mira con entusiasmo la gobernación.
A diferencia del peronista Gabriel Katopodis, dirigente de alta consideración social y también mencionado como potable candidato a gobernador que traspasa fronteras peronistas y gran caminante con su ministerio de obras públicas a cuesta llevando obras a cada rincón de la provincia, el intendente de Pilar -quien goza de una buena calificación como jefe comunal- aún no trasciende los límites distritales.
En tren de especulaciones, y en lo que podría llamarse esta suerte de salida temprana de Achával, no pocos interpretan que la jugada del pilarense es una manera más de ir marcando la cancha ante un Axel Kicillof que tiene a varios intendentes jugando a pleno con el primer mandatario provincial. Son intendentes que también cuentan con la natural ambición de sucederlo. Además, la interna abierta entre La Cámpora y sectores que responden a Kicillof aun no encuentra quién le ponga un manto de sensatez. Cuestión que, de un modo u otro, termina confundiendo a la tropa peronista y, por consiguiente, a los aliados de Unión por la Patria.
Más compleja y agresiva es la interna que transcurre entre la ultraderecha de La Libertad Avanza y el PRO donde sobran agresiones, candidatos y falta conducción política. En tanto, la UCR continúa en el declive con el que viene transitando la política desde hace décadas, iniciada, estiman algunos, tras la huída de Fernando de la Rúa de la presidencia de la nación.
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