El peronismo en horas decisivas: la bronca no es suficiente, es imperioso definir un proyecto

El objetivo de “frenar a Milei” denota una visión reduccionista de la política. El pueblo necesita ver más allá de la urgencia electoral. Es necesario elaborar un proyecto de largo plazo, con valores y con visión estratégica, consentimiento de nación y patria justa, libre y soberana.

Columna de opinión: José “Pepe” Armaleo*

El hecho de que Germán Martínez haga un llamado a la unidad bajo el objetivo de “frenar a Milei” denota una visión reduccionista de la política. La política no puede ser simplemente una suma de voluntades unidas sólo por un fin coyuntural. El pueblo necesita ver más allá de la urgencia de la elección inmediata, debe entender que la política tiene que ser un proyecto de largo plazo, con valores y con visión estratégica, no sólo un bloque contra otro.

Por un lado, la unidad es esencial pero no basta con estar unidos por el solo hecho de frenar a un rival político, especialmente si ese rival tiene un proyecto radicalmente diferente al de la tradición peronista. Los contratos electorales son importantes pero el compromiso debe ir más allá de un nudo pragmático que se articule en torno a una figura que, en muchos sentidos, representa una visión de país contraria a la nuestra. Sin embargo, si ese es el único objetivo de esta unidad, entonces corremos el riesgo de caer en la trampa de la falta de reflexión política, perdiendo la autonomía de pensamiento que debe caracterizar al peronismo.

Cuando el Compañero, Germán Martínez, habla de que los votantes reclaman unidad para “parar a Milei”, está reconociendo una crisis interna profunda, porque el votante, especialmente en los sectores que apoyaron al peronismo, no está pidiendo sólo unidad por unidad misma. Está pidiendo una respuesta que le dé esperanza y que garantice un futuro de justicia social, de trabajo digno y de soberanía económica. Si los dirigentes no son capaces de darle a la gente más que la mera unidad para frenar un avance electoral, entonces estarán vacíos de contenido y perderán el apoyo popular.

En cuanto a las críticas de Martínez sobre el temario de las sesiones extraordinarias, creo que está en lo cierto al señalar que las prioridades del gobierno no coinciden con las necesidades urgentes de la gente. El hecho de que el debate se enfoque en proyectos electorales como la eliminación de las PASO y la Ficha Limpia cuando el país enfrenta una crisis económica y social de gran magnitud, es una clara señal de que las políticas del gobierno están divorciadas de la realidad. La ley de leyes, que debe ser el presupuesto del próximo año, debería ser el tema central, pero se observa un vacío de contenido en las propuestas de quienes están al frente del gobierno.

Lo que realmente nos debe preocupar es que el peronismo, tal como está planteado ahora, está en un cruce de caminos. Si seguimos dividiéndonos entre sectores que luchan por el poder sin entender que la unidad es sólo efectiva si está basada en un proyecto coherente, estamos destinados a fracasar. Este no es el momento para hacer alianzas sólo porque nos conviene electoralmente. Es el momento de replantearnos qué país queremos construir y cómo la unidad de los sectores populares debe estar basada en proyectos que aseguren justicia social, trabajo, educación y salud para todos.

Lo que está claro es que, más allá de las dificultades internas, el proyecto nacional debe estar enfocado en proteger al pueblo y no sólo en frenar a un enemigo político. Y ese proyecto es el que debe reunir a todos los sectores que hoy se dicen peronistas. Sin estrategia, sin visión, la unidad no es más que una farsa temporal. Y la historia nos ha enseñado que las falsas unidades en momentos de crisis nunca conducen a nada positivo.

“La historia no se borra, la memoria no se clausura, la justicia no se negocia y la soberanía no se entrega”.

José “Pepe” Armaleo: Abogado, Magister en Derechos Humanos, integrante del Centro de Estudios Arturo Sampay de Zona Norte.