El mate: un clásico argentino con beneficios y precauciones
Así lo sostiene el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Con motivo de celebrarse el Día Nacional del Mate (29 de noviembre) desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires aseguran que la fecha es más que una efeméride. “Es -señalan- un homenaje a nuestra esencia más arraigada y forma parte de nuestra identidad”.
Además de ser consumido por una cuestión tradicional, el mate es una infusión preparada con hojas de yerba mate (Ilex paraguariensis) que cuenta con numerosos beneficios para la salud. De acuerdo con lo sostenido por los profesionales, la infusión nacional es rica en compuestos bioactivos, entre los que se destacan: polifenoles, antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen las células del cuerpo, y saponinas que son compuestos antiinflamatorios y potenciadores del sistema inmunológico.
Un dato no menor y que cobra valor toda vez que por estas horas el gobierno del intolerante y agresivo presidente intenta eliminar controles y consejos nutricionales en envases de alimentos es que la yerba mate no lleva sellos octogonales de advertencia porque está excluida de la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos por ser un producto natural de un solo ingrediente. Además, el gobierno nacional acaba de eliminar el Instituto Nacional de la Yerba y liberar la importación de yerba de países limitrófes. Un nueva medida que no hace más que profundizar la crisis. Además, la decisión del gobierno generó el rechazo de productores yerbateros que luego de votarlo, ahora se despachan que "el ajuste recae sobre nosotros", comentaba un productor de Misiones.
“Si bien puede ser beneficioso, para algunas personas y en algunas circunstancias es necesario tener consideraciones por el contenido de cafeína ya que puede generar irritabilidad e insomnio. Se sugiere que una persona no tome más de 500 centímetros cúbicos, con no más de un cambio de yerba”, advirtió la licenciada en Nutrición (MP 7228), Rocío Oyola, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Y agregó: “Como nutricionistas sabemos que el mate forma parte de los planes alimentarios y que es casi innegociable. Por todos estos motivos es importante contextualizar el consumo de alimentos e infusiones de manera integral, teniendo en cuenta qué lugar ocupa y qué significa en la alimentación diaria de cada persona”.
El consumo excesivo de yerba mate puede generar síntomas como mareos, palidez, aumento de la frecuencia cardíaca y debilidad, ya que hay una sobreestimulación del sistema nervioso central que puede activar catecolaminas como la adrenalina y generar cuadros de hipotensión. Para evitar molestias gástricas se recomienda que el mate no supere los 75 grados centígrados y se sugiere alejarlo de las comidas principales para evitar que interfiera con la absorción del hierro de origen vegetal. La nutricionista también destacó el caso de las embarazadas: “consumir más de 400 miligramos de cafeína por día se asocia con mayores complicaciones en el desarrollo del bebé y su estimulación en el sistema nervioso”.
“Particularmente en familias que atraviesan situaciones de vulnerabilidad, el mate juega un rol importante, ya que en algunos casos llega a ser utilizado como sustituto de las comidas principales; aunque esta práctica no es recomendable desde el punto de vista nutricional, nos permite comprender el valor simbólico y cotidiano que tiene el mate en la vida de muchas personas”, señaló la nutricionista Oyola.
Consumir yerba mate está relacionado con un efecto positivo en la salud mental y emocional, considerado una especie de antidepresivo natural.
Caliente, frío, con o sin yuyos, con azúcar, con edulcorante o amargo, con espuma o lavado, en envase de madera, vidrio, plástico o enlozado, el mate es tan versátil como las historias que se tejen a su alrededor, adaptándose a cada paladar, región y momento; pero siempre manteniendo su esencia de unión y tradición.