El massismo no se traga el balín de la Boleta Única Papel que impulsa el gobierno nacional
El diputado Rubén Eslaiman y el dirigente Sebastián Galmarini coincidieron en que el cambio propiciado por la ultraderecha “puede terminar perjudicando a las y los bonaerenses”.
Mientras el país enfrenta una severa crisis socio-económica generada al calor de un modelo político que, en el mejor de los casos abraza y contiene a un 20/30% de la población, los índices de pobreza e indigencia y desempleo así lo certifican, el gobierno nacional, con el acompañamiento de sectores como el PRO y partidos allegados al poder nacional dieron forma a la Boleta Única Papel. Para muchos, una verdadera distracción que tiene como objeto no abordar cómo salir del atolladero en que metió Milei a 40 millones de personas y alineó al país en un esquema internacional que afecta los intereses nacionales. Dentro de este marco, y organizado por el vicepresidente del bloque Unión por la Patria, Ruben Eslaiman, el politólogo y referente del Frente Renovador, el peronista Sebastián Galmarini participó en una charla abierta sobre Boleta Única Papel. El encuentro se llevó adelante en el Auditorio de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
La charla abierta llevó como título ¿Reforma electoral o cosmética comunicacional?.
“Llevamos adelante esta iniciativa para interiorizar a la sociedad de los contras que tiene este cambio en el sistema electoral y cómo eso puede perjudicar a los y las bonaerenses: se deja de lado el tradicional sistema de boleta partidaria que era efectivo, la que aseguró la transparencia y la alternancia de las fuerzas políticas”, afirmó Eslaiman.
Sobre la incorporación de la Boleta Única de Papel al sistema electoral de la Provincia de Buenos Aires, el legislador de Unión por la Patria manifestó que “es crucial analizarla en profundidad y con rigor, despojándose de falacias, mitos o soluciones mágicas, por eso hay que centrarse en los beneficios y en los costos reales que puede generar, tanto para el sistema electoral, en particular, como para la calidad democrática en general”.
Durante el encuentro, Sebastian Galmarini explicó de qué se trata la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) a nivel nacional y cuáles podrían ser sus efectos de cara a las elecciones en Buenos Aires en 2025. “En realidad, no se está haciendo una reforma estructural del Sistema Electoral, sino que se modificó un apartado menor de un mecanismo de relojería mucho más amplio y complejo con el que votamos”, refirió Galmarini.
El politólogo también comparó los impactos de la utilización de la BUP sobre los partidos y electores con la Boleta Múltiple Partidaria, usada actualmente para emitir el voto. En ese sentido, detalló las ventajas y las desventajas de la reforma electoral producida por la modificación en la forma de votar. “La Boleta Única de Papel no significa mágicamente una reducción del gasto, puede provocar un aumento del voto cruzado, una mayor confusión para la población y una profundización del voto en blanco y nulo, tal como sucedió en Mendoza en las últimas elecciones”, explicó.
Por último, Galmarini dejó abiertos varios interrogantes sobre cómo podrían desarrollarse las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires sin Ley de Financiamiento, con ciertas debilidades en el sistema de gobernanza electoral y con elecciones PASO desarrollándose en simultáneo con las elecciones nacionales. “No deberíamos caer en el desastre que significó la superposición de dos formas de votar, como le pasó a CABA hace unos años”, finalizó.
Si bien desde la gobernación no se fijó una postura taxativa al respecto, en tren de especulaciones, no se descarta desdoblar las elecciones tal cual sucede en no pocas provincias.
Lo cierto es que en esto de armar alquimias electorales, por caso BUP o continuar con el viejo sistema que ha demostrado clara transparencia, existen tantos elementos para un lado y otro. La más involucrada en estas cuestiones parece ser la dirigencia política, en particular la de La Libertad Avanza, que intenta distraer a la población con este tipo de temas mientras el país no sale de la crisis. Para el ciudadano de a pie, BUP, sistema tradicional, voto electrónico o voto con paloma mensajera, le da igual. La realidad dice que cuando la voluntad popular hace sentir el escarmiento en las urnas, más allá de las manipulaciones orquestadas desde las redes sociales, todas estas discusiones quedan en segundo lugar. La población no está preocuada por estas nimiedades. Está concentrada en ver cómo llega a finde mes, enfrenta tarifas impagables; que no lo rajen del trabajo, que pueda garantizar tres platos de comida -cosa que no siemre sucede-, en fin, tener la vida traquila, previsible, razonable. El desorden que produjo "El loco" es de tal magnitud y gravedad institucional que la población tardará años en recuperarse.
A lo mejor el loco está en el gobierno porque la voluntad popular hizo sentir el escarmiento , por ahi con un poco de autocrítica andariamos mejor