El gobierno perdió la calle; ganó en el Congreso, perdió la gente
Frente a miles de personas en las calles y presionadas por la realidad, las fuerzas policiales guardaron las armas. La ultraderecha ganó en el Congreso. Más deuda para tapar la crisis económica.

No fue una manifestación más. Fue la ratificación de que la población, el ciudadano de a pie, el que produce y trabaja le perdió el miedo a la represión policial. Con más de 2000 uniformados, y bajo una Plaza de los Dos Congreso blindada y accesos con presencia policial revisando e intimando a la gente, esto no fue suficiente para frenar la bronca de la población.
A diferencia de la anterior movilización donde el gobierno de Milei, a instancias de Patricia Bullrich, motorizó e hizo gala de una represión como nunca en 40 años de democracia se haya visto, el miércoles guardaron las armas.
Los uniformados se ubicaron detrás de las vallas. Eso fue la muestra de que las fuerzas policiales no tenían orden de reprimir. Por lo tanto, no hubo quemas de autos y de tachos de basura orquestadas, todo indica, por agentes policiales encubiertos.
El gran logro oficial fue rescatado en el Congreso. Allí, la Libertad Avanza, junto al PRO, sectores de la UCR (Rodrigo Loredo), Coalición Cívica (Maximiliano Ferraro-Carrió), Hacemos Federal (Miguel Pichetto) y un par de legisladores del peronismo de Salta, Tucumán y Catamarca aprobaron un nuevo endeudamiento con el FMI. En realidad fue un cheque en blanco, tal cual sugirió el diputado radical Martín Tetaz al momento de abstenerse. Fueron 129 votos por la afirmativa, 108 por la negativa (Unión por la Patria, FIT y socialismo) y 6 abstenciones que avalaron el DNU que faculta al presidente Milei a tomar nueva deuda con el FMI.

Una votación que deberá ser refrendada por el senado. Todo hace suponer que el voto afirmativo encontrará luz verde. De no ser así, el DNU continuará vigente. Por lo tanto, la toma de nueva deuda para tapar la crisis generada por el gobierno de Milei volverá a poner a millones de argentinos en la senda del ostracismo social y desarrollo económico. El mismo timbero (Luis “Toto” Caputo) que en el 2017 (gobierno de Juntos por el Cambio) tomó 45 mil millones de dólares. El que “los rifó para financiar la fuga de capitales”, como dijo en su momento Milei. Caputo es el mismo que se arrodillará ante el FMI para pagar el desastre económico que generó en este último año. Nadie sabe cuáles son los términos y condiciones reales de dicho acuerdo.
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