El genio de las finanzas vende el oro y el Maligno lo trae
José Augusto “Maligno” Torres consiguió la presea de oro. Luis “Toto” Caputo, el Messi de las finanzas, ante la crisis económica se lleva barras de oro del Banco Central para empeñarlas.
Por. Fernando “Topo” Gañete Blasco.- Llegó la primera medalla para la Argentina. En estos Juegos Olímpicos de París, que no parecen muy favorables para nuestro país y en una flamante disciplina olímpica como el BMX freestyle, José Augusto “Maligno” Torres consiguió la presea de oro. Pese a que hay algún funcionario que sin hacer mucho esfuerzo por el bien común se lleva el oro de todos los argentinos a Londres para venderlo, los deportistas buscan traer con mucho sacrificio y poco apoyo estatal el oro para estas tierras.
Muchas paradojas se presentan en esta primera alegría deportiva para la Argentina. Con un gobierno de ultraderecha como es el de Javier Milei que, con el cliché que hasta cayó simpático en algunos sectores de “no hay plata” (para los demás parece, porque para los viajes del presidente y su hermana, para contratar a sus familiares y amigos o para crear una nueva SIDE si hay, y mucha) desfinanció el deporte meses antes de la contienda olímpica, creando preocupación, incertidumbre y hasta angustia a nuestros representantes en París.
Otra paradoja es que en un gobierno nacional de ultraderecha que desprecia a los inmigrantes (hasta quieren cobrarles la salud y la educación), un chico nacido en Bolivia nos trae la primera medalla de oro. Es que José Augusto Torres nació hace 29 años en Santa Cruz de la Sierra de Bolivia, allí trabajaban sus padres, de mamá jujeña y padre cordobés. La familia volvió al país, se radicó en Córdoba y a los 11 años del niño y su hermano gemelo se hicieron ciudadanos argentinos. El Maligno, junto a su hermano, querían jugar al fútbol, pero por accidente vieron chicos en el barrio haciendo BMX y quedaron encandilados con la actividad sobre ruedas y allí comenzaron a practicarlo. Uno no pudo seguir por lesiones y José continuó practicando hasta lograr la medalla de oro en París. Otra paradoja es que cuando el niño José y su hermano llegaron a la Argentina estudiaron en la escuela pública cordobesa Ricardo Rojas. Quizá si Milei hubiera presidido el país antes no habrían tenido esa oportunidad.
La otra paradoja es el apodo del medallista argentino, que meses atrás Milei lo utilizó para referirse al Papa como el “maligno en la tierra”. Ese sobrenombre, el propio deportista contó que se lo pusieron por sus travesuras. Mucho esfuerzo físico y económico le costó a Torres. Físico porque, además de padecer asma, sufrió infinidad de lesiones, hasta no pudo competir en los Juegos Olímpicos de Tokio por una de ellas. El propio “Maligno” bromea: “Tengo el cuerpo lleno de titanio”.
La última paradoja es que, con un ministro de economía especialista en bicicleta financiera y en hacer piruetas con el dinero, que vende el oro de los argentinos, la primera medalla de oro llega de un joven que hace piruetas con su bicicleta y, a diferencia de Caputo, le dio una alegría a los argentinos.
Comments