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CABA: ¿ El coto de caza para los millonarios negocios de los libertarios?

  • Foto del escritor: Editorial Tobel
    Editorial Tobel
  • 9 abr
  • 3 Min. de lectura

Todo pasa por la venta de tierras y propiedades del estado nacional. Dólares y traiciones detrás del armado político.

El gran botín a conquistar por la ultraderecha: CABA


Columna de Opinión: José "Pepe" Armaleo*

La política argentina parece haber mutado definitivamente en un coto de caza exclusivo, donde unos pocos cazadores privilegiados disputan territorio, poder y negocios, mientras el pueblo espera. Y no espera soluciones, porque ya ni eso se promete. Espera que, al menos, no le terminen de arrebatar todo.


En la Ciudad de Buenos Aires, el caso de La Libertad Avanza (LLA) es hoy un espejo nítido de esa degradación: negocios inmobiliarios por debajo y por encima del tablero, videos ocultos, dólares en efectivo, cargos digitados y traiciones cruzadas. Un escenario donde lo que menos importa es la gente.


En el centro de la escena aparece Darío Wasserman, operador del real estate, vicepresidente del Banco Nación, ex PRO, ahora mano derecha de Karina Milei y marido de la legisladora Pilar Ramírez. El tándem Wasserman-Ramírez copó la lista libertaria en CABA, desplazando a históricos como la familia Menem y al ejército de trolls que fundaron el mileísmo digital.

La interna, sin embargo, no es sólo por cargos: es por terrenos. Por los inmensos espacios debajo del viaducto del Ferrocarril Mitre en Belgrano y Palermo. Por los playones ferroviarios. Por los astilleros. Por cada metro cuadrado del patrimonio estatal que pueda convertirse en torre. Y ahí entra en juego la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), hoy conducida por Nicolás Pakgojz, otro nombre puesto en la lista porteña por Wasserman.


La AABE, bajo la tutela política de Milei y la conducción fáctica del empresario Elsztein -sí, el mismo que lo agasajó con hospedajes de lujo cuando era candidato, presidente electo y ya en funciones, sin que nadie en el ecosistema de la moral republicana levante una ceja-, avanza sin freno en la entrega de tierras públicas al negocio privado.


Ya vendieron el Centro de Ciberdefensa en Puerto Madero, un inmueble estratégico asignado a las Fuerzas Armadas. Ahora van por los terrenos en Las Cañitas, otra joya inmobiliaria enclavada en pleno corazón de la ciudad. Todo en nombre de la “eficiencia del Estado”, pero ejecutado con la lógica del remate silencioso.


Nada de esto es nuevo, pero sí más brutal. Porque ni siquiera se mantiene la ficción de un plan de desarrollo. Acá no hay planificación urbana, ni consulta ciudadana, ni necesidad social que justifique el vaciamiento. Hay negocios. Puro y duro real estate.


Los exlibertarios hablan incluso de un video oculto que mostraría la entrega de dólares de Wasserman a Karina Milei, una supuesta extorsión silenciosa que explicaría el ascenso meteórico del operador y su pareja. ¿Pruebas? Aún no se vieron. Pero lo que sí es visible es la entrega sistemática del Estado como si fuera propiedad privada. Con o sin cámaras.


Mientras tanto, los jubilados son reprimidos en las calles. Las Malvinas se relativizan en discursos improvisados. Los ministros se disputan culpas. La economía se hunde. Y el pueblo mira, una vez más, desde afuera.


La política ya no es campo de representación ni arena de ideas. Es un campo de caza donde se reparten terrenos, se firman licitaciones, se pagan favores y se disputan contratos, se fugan divisas. Cada voto, cada decreto, cada cargo parece una moneda de cambio en este gran mercado de privilegios.


Y así, mientras los cazadores se disputan los restos del Estado, el pueblo sigue esperando. Esperando a una oposición que no sale de su laberinto. Esperando justicia. Esperando pan. Esperando trabajo, dignidad. Esperando, todavía, que alguien recuerde por qué -alguna vez- se decía que la política era una herramienta de transformación, en lo económico, lo social, lo cultural, en educación, en salud, etc.


“La historia no se borra, la memoria no se clausura, la justicia no se negocia y la soberanía no se entrega”.


*José “Pepe” Armaleo: Militante, Abogado, Magister en Derechos Humanos, integrante del Centro de Estudios de la realidad política y social Argentina Arturo Sampay.

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