Aporte de las grandes fortunas, aprobado: la miserabilidad intelectual voto en contra

Juntos por el Cambio, al igual que la izquierda, quedaron al desnudo. Apoyo del lavagnismo y diputados que responde al gobernador Morales y Schiaretti, respectivamente

Foto:Trabajo en conjunto. Sergio Massa y Máximo Kirchner recibieron, en la noche de ayer, a los ministros Martín Guzmán, Matias Kulfas y Daniel Arroyo. En la reunión también estuvieron la titular de Aysa, Malena Galmarini, del PAMI, Luana Volnovich y de ANSES, Fernanda Raverta.

Tras una maratónica sesión que comenzó ayer a las 14, -para ser preciso, aún continúa, se acaba de aprobar la Ley del Fuego-, a las tres y media de la mañana se dio media sanción al proyecto de Ley del Aporte Extraordinario de las Grandes Fortunas. El Frente de Todos, propulsor del proyecto, alcanzó los 133 votos positivos a la hora de cerrar el debate frente a los 115 diputados que se opusieron y los 2 que se abstuvieron. Una aprobación que requirió una compleja alquimia por parte del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, ya que había que conseguir apoyos de otras fuerzas políticas. Así fue como terminó acompañando la ley el bloque que responde al Lavagna, a excepción de Graciela Caamaño, diputados que responde al gobernador de Jujuy (Morales) y Córdoba (Schiaretti), respectivamente.

Juntos por el Cambio, ratificando de qué lado de la vida se para a la hora de defender intereses, término vitando en sintonía a lo que exigían los multimillonarios: no pagar. Votaron en contra el Aporte Extraordinario. La izquierda nacional, también rechazó la iniciativa del oficialismo argumentando que el proyecto no “atacaba la raíz de la desigualdad”.

Ahora el debate sobre el Aporte Extraordinario se traslada al Senado, donde el oficialismo detenta una holgada mayoría.

Si interesante es la Ley por lo que pueda aportar en materia de recursos económicos –los recurso determina el destino-, más alentador es descubrir que detrás de cada voto hay una cultura del sometimiento al pensamiento. Hablar de pobreza, de desigualdad, de injusta distribución de la riqueza, temas que por cierto son estructurales y vienen de larga data, y rechazar que un grupúsculo de apenas 9.500 personas multimillonarias, algo así como el 0,02% de la población, realicen el mencionado aporte sirve para desnudar la miserabilidad intelectual de burócratas que, apoltronados en sus butacas, legislan, y gobiernan como lo hicieron recientemente, para estrechas minorías. Aquellas que lograron, en muchos casos fortunas sobre la base del empobrecimiento de la población. Empobrecimiento que tienen varias raíces, entre ellas la gran fuga de capitales-que aún perdura-.

Con solo pensar que en el 2016 se blanquearon 110.000 millones de dólares, se trajeron al país 11 mil millones, y hay entre 240 a 270 mil millones de dólares en guaridas fiscales sin tributar tal cual asegura la Reserva Federal de los EE.UU, sirve para tomar dimensión de lo que significa no pagar impuestos como sí lo hace el ciudadano de a pie, el comerciante del barrio o la Pyme del pueblo. Así y todo, mientras niños y adultos revuelven basuras, los hospitales dejan mucho que desear, se dejaron “caer a las escuelas públicas”, y generación tras generación no logra salir de la pobreza debido a una injusta distribución de la riqueza y a base de fugar dinero y no tributar, Juntos por el Cambio y la izquierda , cada uno con su argumento, prefieren no cambiar nada.