Alarmante: no cesa la crisis nacional

Caída de consumo en supermercados, cierre de comercios e industrias, Pymes con otro mes en baja, despidos y tarifas imposibles de pagar.

Muy a pesar de que el gobierno nacional se empecina en presentar un relato de un país que crece “como pedo de buzo”, tal cual reiteró el intolerante, autoritario y agresivo presidente Milei, la realidad es muy distinta. Esta suerte de “veranito financiero” del que disfruta una selecta élite de especuladores financieros y un puñado de empresas extractivistas, se contradice con datos oficiales y de entidades cercanas al gobierno como, por ejemplo, CAME -Confederación Argentina de la Mediana Empresa- que acaba de revelar que la actividad manufacturera de las pymes descendió 6,5% interanual en octubre.

Dentro de este contexto, lo “alentador” es que en la comparación mensual se registró un crecimiento del 4% en la medición desestacionalizada, alcanzando el nivel más alto de producción de los últimos once meses. Paralelamente a este dato, el INDEC da cuenta del cierre de cerca de 16.000 PyMes que en estos meses se vieron en la necesidad de cerrar las puertas debido al modelo político delineado por el gobierno.

Modelo, vale remarcar, basado en la especulación financiera y en la apertura indiscriminada de importaciones. Al respecto, y sobre este último punto, sectores PyMes y empresarios como Techint, gran beneficiario, por ahora, de la ideología imperante, están que trinan. El ingreso de mercadería terminada, por caso textil, vuelve a amenazar a un sector que ocupa gran cantidad de mano de obra. Por su parte, el ingreso a precios subsidiados de aceros importados -especialmente proveniente de China- , además de afectar a la multinacional Techint,se acaba de cobrar otra víctima: Aceros Zapla.

A la crisis imperante, Aceros Zapla le suma el ingreso de acero importado. Esto tiene en vilo a 240 trabajadores que han comenzado a recibir salarios a cuentagotas y temen cierre de turnos y despidos.

Cabe recordar que Aceros Zapla, ubicada en Palpalá, fue la estatal Altos Hornos Zapla, que supo tener 5.000 obreros. Fue privatizada por el gobierno de Carlos Menem, lo que produjo despidos y retiros voluntarios, achicando la planta.

Actualmente, la fábrica tiene en vigencia el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) que la compañía solicitó al gobierno provincial, argumentando que no podía hacer frente a sus deudas ni a los salarios de sus operarios, a los que en la actualidad les abona un 85%, aunque denunciaron que el pago se efectúa en cuotas y muy demorado.

Volviendo al informe que acaba de elaborar CAME entre sus asociados de todo el país, muchos de ellos al borde del cierre, extrañamente aplauden y festejan la arremetida del presidente, el mismo da cuenta que la “industria acumula una retracción de 14,5% en los primeros diez meses del año, frente al mismo período de 2023”. De los seis sectores relevados sólo dos de ellos mejoraron sus números en la comparación interanual. Por otra parte, creció nuevamente el uso de la capacidad instalada, pasando del 60,6% en septiembre al 62,3% en octubre.

A la situación descripta por los empresarios se añade una nueva caída en el nivel de consumo en supermercados, 20%. Además, la población está recibiendo facturas por servicios de luz, agua y gas por cifras “impagables, no es que no quiera, no puedo”, comentaba Ana Castro al frente de un almacén en San Fernando. La comerciante, que trabaja junto a su marido, dice que pasó de una factura de luz de 350.000 pesos a 1.300.000. Cuadros similares de imposibilidad de pagar se están materializando en domicilios particulares. En lo que va del año, gracias a la liberación de tarifas impulsada por el gobierno, el aumento en materia de servicios mordió el 370%. Esto implica que una familia de la región amba dede destnar un monto que ronda los 130.000 pesos mensuales para solventar el pago de servicios.

El otro síntoma que revela la crisis proviene del índice de desocupación cercano al 8%. En apenas 11 meses más de 230.000 personas perdieron el trabajo. Paralelamente, las prepagas, la nafta, la cuota de los alimentos y del colegio continúan escalando mientras el presidente de la República Argentina se presta a una ronda en los EE.UU para que baile cuan monito fiestero.