"Pedidos Ya" nunca llega…con el respeto debido
- Editorial Tobel
- 22 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Una nueva denuncia pone de relieve el destrato que reciben los y las trabajadores de la plataforma.

Una vez más, la multinacional “Pedidos Ya” es denunciada, no por el alto porcentaje que le cobra a comerciantes al límite de la asfixia, sino por el atropello a los trabajadores que se encargar de repartir los productos. En este caso, se trata de la sanción que sufriera Laura Cáceres.
La trabajadora que trabaja a instancias de la plataforma que ofrece “Pedidos Ya”
exigió que ella junto a sus compañeros “sean reconocidos como trabajadores por la empresa y obtengan todos sus derechos laborales”. Ella pertenece a la Red de Trabajadores Precarizados y a la Asamblea Nacional de Trabajadores de Reparto.
No es ninguna novedad que la empresa, además de tener sede comercial paraísos fiscales en Argentina avanzó sobre derechos laborales como los planteados por la joven. Para esto aprovechas cierto vacío legal y complacencia política que no termina por definir y encuadrar laboralmente a este sector de la economía.
Según el relato de la joven, trabajadora y dirigente sindical, “el pasado 11 de septiembre la empresa la desvinculó, bloqueándole su cuenta con el argumento de que no había entregado los pedidos a los usuarios dentro de un tiempo prudente y en condiciones”. Cáceres desmintió estos argumentos a través de un telegrama laboral donde afirma que los pedidos fueron llevados a quienes lo solicitaron.
En este telegrama, ella argumenta que su despido “es persecutorio y antisindical”. Ella, cabe mencionar, viene organizándose junto a otros trabajadores de otras aplicaciones para “exigir aumento del pago por pedido y también mejores condiciones laborales”.
“Estamos cansados de tener trabajos donde nos vulneran nuestros derechos, nos despiden todo el tiempo, y nos precarizan. Pedidos YA me despide por organizarme con los repartidores, con las familias de Guernica que pelan por vivienda y todos los que luchan por sus derechos” declaró Laura a que vive en Pilar.