San Martín no deja de sorprender con su impronta solidaria
La Fundación Ankoku asiste a madres sin ingresos de su ex
Mientras miles de personas salen de sus barrios cerrados, marchan, argumentan falazmente, vociferan terribles imbecilidades, tiran infundados teoremas médicos y agravian la dignidad humana, al límite de convivir, ellos, con el odio a flor de piel, hay millones de personas que ponen alma y cuerpo cuando las papas queman. También hay cientos de miles de organizaciones civiles, religiosas, sindicales y políticas que antes eran buena gente, y ahora, con “el corona” golpeando la puerta ratifican, siguen siéndolo. Tal el caso de los miembros de la Fundación Ankoku, “Mujeres con hijos a cargo” que trabaja en el distrito de San Martín.
San Martín, otrora capital nacional de la industria, tiene muy marcada las huellas del gobierno de Cambiemos. Esto se nota en las industrias y en cientos y cientos de los comercios cerrados productos de aquellos años, y en barrios extremadamente empobrecidos. Carente, muchos de ellos, de la más mínimas condiciones de dignidad humana. Si bien la intendencia de Gabriel Katopodis y ahora la de Fernando Moreira, mucho es lo que ha avanzado para cambiar el “industricidio macrista”. un tema más complejo es desterrar la pobreza que lleva décadas sumando gente.
Solo el muy buen entramado de contención y asistencia municipal, de ONG, de la militancia política y de diversas organizaciones que integra gente solidaria de los mismos barrios, por estas horas han impedidos que “el corona” se llevara las ilusiones los vecinos. Es un amplio abanico de la comunidad la que se encuentra desde hace años comprometida en el camino de la solidaridad. Cuando se dice, la comunidad de San Martín no es exagerado. Sólo el Padre Pepe di Paola en el barrio La Carcova, garantiza, organización barrial de por medio, un plato de comida para 1.000 personas de manera diaria.
Y así como distintas organizaciones trabaja en La Carcova, la Fundación Ankoku aporta lo suyo en otras barriadas.
La Fundación Ankoku es presidida por la dirigente sindical y Secretaria de la Mujer del PJ local, Analía Mairano. Está centrada en atender la dura realidad que deben enfrentar no pocas madres que “crian a sus hijos en plena soledad”. “No sólo física, me refiero a la presencia del padre”, aclara Mairano, para agregar que “desgraciadamente las mamis no reciben la cuota alimentaria, muchas veces porque se han quedado sin trabajo”. Y fundamentalmente en brindar herramientas de organización barrial. De acuerdo con lo manifestado por la dirigente, en la provincia de Buenos Aires hay más de 400 padres que no depositan la cuota alimentaria. En estos números estás los picaros de siempre y los que de verdad no pueden pagar.
Por otra parte, Ankoku participa activamente en los barrios Libertador y Loma hermosa. Concretamente asiste a los comedores Renacer y Los Pingüinos, respectivamente, donde cientos de chicos concurren al comedor. “Este fin de semana armamos una gran olla, hay muchos vecinos que la están pasando mal, gente que no le alcanza con la ayuda que recibe del Estado, no es lo mismo la situación socioeconómica en los barrios que en otras viviendas”, asegura Analía.
Detrás de tanto compromiso solidario, y buenas intenciones, queda por solucionar un problema estructural: la pobreza, producto de una pésima distribución de la riqueza. Caso contrario, se seguirán aplicando las mismas recetas sin que el paciente salga de terapia intensiva.