A Macri lo ocultan, a Vidal la muestran en fotos; avanza Patricia Bullrich, UCR fuera

La pandemia potenció la dura pelea en Juntos por el Cambio

Por: Tano Armaleo.-La interna en Cambiemos es una realidad inocultable que la pandemia potenció al extremo. Así como el radicalismo, socio minoritario del espacio, está sacudido por una disputa que tiene a varios actores procurando liderar al centenario partido, lo propio sucede en el PRO. La contracara la constituye la Coalición Cívica cuya titular, Elisa Carrió, no deja margen para las diferencias internas. Lo que osan debatir o contradecirla, terminan siendo auto eyectados.

Queda claro que el radicalismo, para ser más preciso la dirigencia, no logra conformar un ámbito partidario que se constituya como referente nacional al punto de poder sentarse en la mesa nacional de Cambiemos con el peso del caso. Aún la UCR nacional teniendo un presidente, el diputado nacional por la provincia de Mendoza Alfredo Cornejo, su figura no loga el peso institucional que las circunstancias requieren. Cuatro años fueron suficiente para comprobar cuál fue el rol e incidencia en el gobierno de Mauricio Macri.

Más interesante se presenta la pelea en Cambiemos. Ya nadie oculta que Mauricio Macri dejó de ser la figurita más buscada. Muy por el contrario, la ocultan, la ningunean. Así como Horacio Rodríguez Larreta lo trata de igual a igual con todo lo que esto significa para la autoestima de una personalidad arrogante y soberbia como la de Mauricio Macri, no muy distinto sucede con otros dirigentes del mismo palo. Tanto que Patricia Bullrich acaba de deslizar que no le disgustaría “ser candidata a presidenta”. Lo tiró como globo de ensayo. Su impronta de figura dura al mejor estilo Bolsonaro, es alentada por empresarios locales e internacionales. Cansados de la “tibieza” de Mauricio Macri, ven en la saltimbanqui Bullrich la posibilidad de recuperar en poder en el 2023. “Hay que terminar con el estatismo, con estos populistas” argumentan quienes alientan la candidatura de Bullrich. Temen que el gobierno de Fernández insista con esto de hacer un país unido y más justo e igualitario.

No es casualidad que Mauricio Macri , en medio de la compleja situación por la que atraviesa el país, no salga a fijar posiciones o poner el hombro. Si bien se caracteriza por su escasa capacidad cultural a la hora de aportar idea, lo cierto es que ya no cuenta con el poder de convocatoria con el que gozaba hace unos meses. Todos le disputan el poder que pretende tner. Hasta el propio Miguel Angel Pichetto se anota en esta saga. “Lo único que falta que salga Gabriela”, dijo días pasados un encumbrado dirigente que suelen compartir la mesa chica del macrismo en relación a la ex vicepresidenta.

Mientras Horacio Rodríguez Larreta se va consolidando como una figura nacional, acompañando y siendo parte activa de las medidas sanitarias aplicadas por el gobierno nacional, María Eugenia Vidal busca un perfil más nimio.

La ex gobernadora hizo todo lo posible para mostrarse junto a Jorge Macri y Néstor Grindetti, intendente de Lanús. Ambos son muy críticos de la mesa chica que rodea y tienen encapsulado al ex presidente.

Vidal evitó hacer declaraciones sobre los motivos de ambas reuniones. Lo importante era mostrarse activa y alineando a tropa en tierras provinciales. Sabe que dejó una provincia “arrasada”, tal cual describe Kicillof, y seriamente endeudada por lo tanto recuperar territorialidad no le será sencillo. Si bien conserva su alianza con medios de prensa que la protegieron a base de pautas publicitarias, es consciente que su caudal electoral no es el mismo de “altri tempi”. De ahí la importancia en seguir aliada a su mentor y hacedor político: Larreta.