BedTime durmió a los trabajadores: adeuda sueldos
"Queremos trabajar y ellos no adecuan la planta con los protocolos sanitarios, aparte nos deben salarios de marzo, no vemos voluntad", argumentan los empleados. Interviene el Ministerio de Trabajo. Apoyo de CGT y de la diputada López
Al igual que muchas otras empresa, la fábrica de colchones BedTime bajo la escuda de caída de producción y venta, adeuda salarios a sus empleados y mantiene la empresa cerrada. “Nos deben la segunda quincena de marzo y abril y no dan la cara”, comentó ante Lo Nuestro, lucas empleado que trabaja en la planta de Tigre. Cabe detallar que la fabricación de colchones ha sido declarado esencial por el gobierno de Alberto Fernández.
Si bien los empresarios en plena cuarentena abrieron la producción el problema de fondo radica en que los empresarios “no nos garantizan las normas de seguridad e higiene sanitaria que el protocolo contra el COVID exige para trabajar” confió, por su parte Juan Carlos y recordó que BedTime estuvo operando durante un par de días en plena cuarentena pero frente a las laxas medidas de seguridad que observaron los empleados, se decidió no trabajar. Son 160 empleado en fabrica y 150 en el sector administrativa que por estas horas no reciben haberes.
Un detalle que aportan trabajadores es que el municipio de Tigre tenía un importante pedido para ser destinado a la atención de emergencia sanitaria.
“Estamos a acompañando a los compañeros y ayudándolos a respetar las medidas de seguridad impuestas por la pandemia de coronavirus. Aportamos barbijos y alcohol para resguardar la salud de todos”, dijo el secretario Gral. CGT Zona Norte Roberto Lovaglio que estuvo el fin de semana en la planta acompañando a los trabajadores junto a la la diputada provincial del Frente de Todos, Roxana López, y el director provincial de Delegaciones Regionales de Trabajo y Empleo, Miguel Funes.
Al respecto, la diputada y el delegado de trabajo tomaron nota para darle curso a los mecanismos legales que estos casos imponen. Por lo pronto, exigir que la empresa adecue la planta a las nuevas pautas sanitarias. Además, existiendo medidas nacionales que descuentan el 95% de aportes patronales (lo cubre Estado) y el pago salarial (80%) también por parte del Estado resulta “incomprensible la actitud empresarial” definía la diputada.