"Los Miserables” tiene varios nombres y apellidos
Legisladores trabajan una ley para que paguen un "tributo patriótico, solidario". Patrimonio de "Los Miserables" según la revista Forbes
Por. Tano Armaleo.-Cuando días pasados el presidente Alberto Fernández salía a la palestra mediática a cuestionar a “Los miserables” (magistral novela del francés Víctor Hugo) que se han enriquecido durante años y cuando le llega el turno de ganar menos, como es el actual momento que la pandemia mundial así lo exige, lo primero que se les ocurre es hacer la histórica: bajar salarios o despedir trabajadores. Sin mencionarlo, la referencia del primer mandatario tenía un primer destinatario, el titular de la multinacional Techint que, a modo de presionar al gobierno para que levante la cuarentena o bien obtener algún beneficio especial del Estado para su empresa, anunciaba el despido de 1400 personas.
No muy distinto es lo que pretenden materializar otras multinacionales, llámese Mc. Donald, Garbarino, o hiper franceses que intentan bajar salario o despedir. Presionar es lo que mejor saben hacer. Aún cuando el gobierno nacional sacó una legislación que impide despedir personal por 60 día, ellos avanzan.
Un dato no menore es que, muchas de estas empresas se han visto beneficiadas -a buena hora por cierto- con una serie de baterías a fin de mitigar la crisis. Tuvieron, y tienen, diferimientos o reducciónes impositivas, hasta quitas del 95% en el pago de cargas sociales, reducción de tasas y tantas otras medidas más, siempre con el objeto de poder ir llevado la crisis a buen puerto y que nadie quede en el camino. Son decenas de miles de millones, cerca de 700.000 millones de pesos que el Estado nacional destina y vuelca sobre la población, y al sector , para paliar la emergencia.
Seguramente se podrá coincidir que todo esto no es suficiente, seguro. La sabana ya era corta, ahora, mucho más.
No por casualidad países como Francia, Alemania, China, Italia, México, Venezuela, y España, por caso, vienen volcando cifras millonarias, varios puntos del PBI en algunos casos, para atender la salud de la población sin que esto implique descuidar al sistema productivo. Y no faltan los países que inyectan dinero en empresa con riesgo de cerrar. En algunos casos, a cambio el gobierno pasa a tener cierto control accionario. Está sucediendo en Europa.
En estos pagos, precisamente, plantean crear un impuesto, por única vez, a los grandes patrimonios. Aquellos que se cuentan por decenas de millones de dólares. En Argentina, algo parecido se está analizando en el Congreso de la Nación a instancias de diputados del Frente de Todo. Sería un impuesto, algunos lo llaman un tanto exageradamente patriótico, otros solidario, que deberían pagar personas o empresas con patrimonio que superen los 2 millones de dólares.
No habrá que perder de vista que en el último blanqueo realizado bajo el gobierno der Mauricio Macri, 2016, cerca de 110.000 millones de dólares fueron oficializados por empresarios que se avinieron a mostrar todo aquello que tenían depositado en paraísos fiscales.De esa cifra, al país regresó tan sólo, 12.000 millones de dólares, el resto continúa en las guaridas fiscales.Un blanqueo que tuvo entre otros actores a la familia Macri y algunos ex funcionarios del "mejor equipo de los ùltmos 70 años".
Dinero, cabe mencionar, fugado ilegalmente que nunca tributo en el país. Es en este punto donde uno comprende por qué faltan hospitales, ruta, cloacas, agua potable, o educación de calidad. No pagan (Los Miserables) bajo el argumento que “acá los políticos se roban todos”, o “yo pago mis impuestos, y mira los hospitales, la rutas que tenemos”. Obvio, a base de décadas y décadas evadiendo se torna cuasi imposible hacer un país socialmente justo en que hospitales, escuelas y rutas sean verdaderamente dignas.
110.000 millones es lo que fugaron gracias a la anuencia de bancos piratas, tal el caso del HCBS denunciado en Suiza y Francia por facilitar la fuga de capitales y lavar dinero. Sin banco no habría semejante descalabro mundial. Como para dimensionar de qué estamos hablando, se estima que depositados en guaridas fiscales hay cerca de 70 billones de dólares. Y nadie se atreve a ponerle el casabel al gato. Cazar, cobrar impuestos a esas garndes fortunas evadidas es parte, hoy más que nunca de lo que podría ser un nuevo orden mundial. Más aun cuando la pandemia deberìa actuar como puerta de ingreso hacia una nueva reconfiguració de ecuanimidad fiscal y justicia social. Es un tema que el mundo debate, sin embargo, todo queda en el manual del discurso.
Patrimonio personal de los dueños de la Argentina, en dólares, según revista FORBES, medido en millones
Paolo Rocca:9.700
Bulgheroni: 7.300
Pérez Compan:3.900
J.Pérez :3.000
Ezkinazzi: 1.300
Federico Braun:1.300
Coto: 1.100
Macri: 500
Caputo: 500
Pensar en un impuesto o tasa solidaria que parta de la buena voluntad de estos sectores empresariales, financieros o bancarios locales, es tan iluso como esperar a blanca nieve con los 7 enanitos.
La pandemia mundial trae desgracia inevitable en la magnitud que está viviendo la humanidad por estas horas. Sin embargo, subyace la posibilidad de que, verdaderamente, el sentido común, la equidad, la mirada social inclusiva y solidaria avance varios pasos sobre Los Miserables. Son los que despotrican del Estado y poco y nada le interesa el otro, pero a la hora de que la parca pasa cerca, piden la toalla del Estado benefactor. Se convierten , oh casualidad, al populismo. Piden todo a cambio de nada. Lo estamos viendo por estas horas con la fuerte arremetida con la que salieron a través de sus espadas mediáticas a rechazar la tansa para ricos. Además de insistir con relajar el aislamiento, avanzan con despidos, bajas salariales.
Alberto Fernández, además ponerse más firma aún con estos “buenos muchachos”, deberá tirarle toda la estructura estatal para que efectivamente el ingreso al club de los responsables y cumplidores, no sea gratuita. Porque estos Miserables son los que gozan viendo como los Estados se endeudan para atender la salud de la población. Son miserables que merodean por todo el mundo. Y tal vez muchos de ellos serán los mismos que, si no se los acorrala, terminarán prestando dinero para que países emergentes como los es Argentina, puedan salir de la crisis. De ser así, un nuevo ciclo de endeudamiento comenzará a sacudir a la mayoría de los países.
No se trata de doblegar o desterrar de la faz de la tierra a estos Miserables. Simplemente que, dentro de la pulseada que está llevando adelante Fernández con mucha prudencia, los que más sufren, los que peor la están pasando, comercios y Pymes incluidas, puedan verse beneficiadas por la cuota que deberían pagar Lo Miserables por ser parte de un país que quiere levantarse sin que nadie quede tendido en el piso. Para ellos, la cuota de ingreso es nimia:cerca del 1% de su patrimonio. En total se podría recaudar cerca 3.000 millones de dólares por única vez. Y no se les cobraría por los otros 200.000 millones que nunca blanquearon y permanecen depositados en guaridas fiscales.