Jueces H.D.P., por un salario entregan la dignidad
Silenciaron y silencian cuanto atropello judicial se arremete contra el interés nacional y de la población
Por: Tano Armaleo.-Es increíble pero cierto. Jueces, fiscales, ahora, que le tocaron la víscera más sensible, el bolsillo, saltaron como rana en sartén. La sola intención de que el gobierno peronista de Alberto Fernández impulsa un proyecto legislativo que procura poner límites a las mal llamadas jubilaciones de privilegio que cobran todo magistrado, sacudió a “la familia judicial”. Y nada se mencionó sobre que estos señores, no pagan impuestos a las ganancias como hace el 19% de los trabajadores de todo el país.
Por lo pronto, ya son poco más de 60 jueces y fiscales que pidieron la jubilación en estos días. Esto es lo más auspicioso. Lo lamentable, que estos terribles Hijos del Poder, HDP, así definidos porque siempre han jugado del lado del poder y nunca de la justicia, ahora que le tocan el bolsillo hablan de independencia, de justicia, de equidad, de derechos adquiridos.
Dónde estaban estos HDP cuando mataban y secuestraba a 30.000 personas. Dónde estaban y están, cuando la injusticia se adueña del Poder Judicial deteniendo a diestra y siniestra, según los requerimientos del presidente del turno, como acaba de pasar. Dónde estaban cuando desde el poder fugaban millones de dólares a paraísos fiscales y hospitales sin insumos expulsaban a los humildes. Ni hablar los muertos por el hambre y la desidia gubernamental. Nunca se los escuchó, con tanta pasión y vehemencia, defender la igualdad judicial y el respeto institucional cuando ministros y presidente pactaban para cercenar derechos constitucionales socavando la institucionalidad. Son los mismos jueces que demoran años y años los juicios cuando los imputados son parte del poder, y condenan en días cuando el acusado es un perejíl.
Llegó la hora de que hagan una adecuada autocritica, se miren para adentro, depuren el nido de ratas que merodea los Tribunales, y de este modo, puedan hablar con las manos limpias.
No es el salario, o los haberes jubilatorios lo que se cuestiona, por lo menos para quien esto escribe. ¡Hay que celebrar salarios dingnos!.
La población los castiga por el errático camino que transitan a la hora de impartir justicia. Otra sería, tal vez, la situación del Poder Judicial si los jueces fueran elegidos por el voto popular y el Concejo de la Magistratura ejerciera el poder en serio.