Sebastián Galmarini y Juan Medida evocan la impronta de Aldo Garrido
El policía fue ultimado mientras prestaba servicio
A cuatro años del asesinato del Capitán de la Policía de la Provincia de Buenos, Aires, Aldo Garrido (61), varios dirigentes y funcionarios municipales evocaron la figura del uniformado. Entre los que subieron recordatorios a través de las redes sociales se, se inscribe el dirigente Sebastián Galmarini y el ex concejal Juan Medina (PJ-FdT). Garrido fue asesinado un 17 de febrero de 2009 mientras custodiaba comercios de San Isidro, más precisamente en las inmediaciones de la Catedral.
Al respecto, Galmarini destacó que “hoy recordamos con profundo cariño al Capitán Aldo Garrido, quien fue asesinado cumpliendo con su deber. ¡Gracias Aldo por tu compromiso de siempre con las vecinas y los vecinos de San Isidro, gracias por tu labor imprescindible” y pondero la figura del policía: mataron a un buen policial pero sobre todo, a una gran persona que sólo supo cosechar afectos y profundo respete en nuestra comunidad”.
Por su parte, Juan Medina recordó que “en Aldo, así lo conocíamos y lo queríamos en San Isidro, se sintetiza lo mejor del valor humano, lo que todo ciudadano le reclama a un policía, honestidad y solidaridad”.
Aldo Garrido -que había ingresado a la fuerza policial el 2 de Abril de 1977- se desempeñaba en la seccional 1ª y desde hacía muchos años vigilaba la zona. Si bien ya tenía edad para jubilarse su intención era continuar en actividad. Precisamente el lunes 16 de Febrero el juez sanisidrense Luis Cayuela le había confirmado su continuidad en la fuerza, lo que motivó la alegría de Garrido. Desafortunadamente, dos maleantes que ingresaron a un local de ropas fueron sorprendidos por Aldo. Sin mediar disparos, los delincuentes ultimaron a Garrido.
Desde el municipio, y a instancias del intendente Posse el homenaje es constate. Tanto en el HCD, donde se encuentra la gorra dentro de una vitrina -homenaje propuesto por los bloques cuando el titular del cuerpo era Carlos Castellano-, como el busto emplazado en Chacabuco e inmediaciones de Belgrano, dan testimonio de lo que fue en vida, Aldo Garrido.