La llegada de Alberto Fernández fue tan contundente que hasta mejoró el clima
Atrás quedan las tormentas que tanto acecharon a Macri
Foto: El presidente con representantes del campo
No es magia, no hay milagro, sólo un serio cambio de clima a nivel país que ni los mejores meteorólogos pueden dar un acabado panorama académico para determinar los motivos del por qué, del muy buen tiempo por el que atraviesa gran parte del país. Y en especial el conurbano y la ciudad de Buenos Aires. Sitios que venían padeciendo los embates de la naturaleza. Tanto que el ex presidente Macri y Vidal atribuyeron, en más de una ocasión, los fracasos políticos y económicos a estas cuestiones. Argumentos que se fueron desvaneciendo por propio imperio de la realdiad.
Sin embargo, luego de las elecciones el país comenzó a vivir el efecto Alberto Fernández. Así lo describen científicos y expertos en analizar cambios y “humores” climáticos. Efecto que se traduce en el muy buen clima que reina sobre millones de personas. Es como si la esperanza, el entusiasmo, y las ganas de recuperar tiempos perdidos y tan caros para millones volvieran a reinar. Un clima, que algunos definen como placentero. “Estamos en plana zona norte y esto se parece a Mar del Plata, fresco por la mañana, cálido durante el resto del día, y noches frescas lo suficiente como para dormir sin aire o ventilador”, razonaba ante Lo Nuestro un experimentado “consultor de los cambios climáticos” como resulta ser el diariero.
Si bien la mirada del kioskero no tendrá la rigurosidad científica del caso, lo cierto es que se respira otro clima, el de la sensatez, el del respeto en la diversidad, el de tender puentes para aquellos que quieran cruzar la vereda. Con sólo ver a Alberto Fernández y a su ministro de agricultura compartiendo una reunión de trabajo con ruralistas, buscando achicar diferencias, al igual que con los popes de la industrial y el movimiento obrero, siempre poniendo como prioridad atender solidariamente a los más castigados por el modelo Cambiemos -derecha neoliberal- que dejo en país devastado, eso , en sí mismo ya es un muy bien clima. “El resto habrá que ir construyéndose entre todos y todas”, desliza Alberto Fernández.