!Estúpido, es el modelo, no Mauricio!
De la grasa militantes, tres pizzas, y el mal trato, a pedir la escupidera
Llegaron con la clara intención de instaurar un modelo político de derecha. En términos ideológicos, neoliberalismo. Un modelo que desde hace décadas venía merodeando por la Argentina hasta que finalmente, de la mano del voto, logra hacer pie. Con relatos falaces, adornados de flores de plástico compradas en un comercio de “todo por 2 peso”, Mauricio Macri, copa el escenario nacional. Globos de colores, medios de comunicación, periodistas fácilmente comprables y un andamiaje judicial corrupto, fue la maquinaria propagandística y de persecución montada por Cambiemos a la hora de consolidar el modelo neoliberal. Comenzaba la mayor expoliación del patrimonio nacional hacia los sectores concentrados de la economía: bancos, emergenticas y agroexportadores. Sin ir muy lejos, esta semana, sólo por la corrida y tasa bancaria -habría sido promovida por el gobierno-, el país, la gente, perdió más de 1500 millones de dólares.
Mauricio Macri, Rodríguez Larrea y Vidal eran, y son, las principales espadas que sostienen el relato oficial; el radicalismo, como socio minoritario, sólo se limita a cobrar un par de monedas. ¡Elisa Carrió es el lado oscuro del mal!.
Desde la llegada, y como describe el líder del Frente Renovador Sergio Massa, Cambiemos y todos los que acompañaron la instauración de neoliberalismo, “echaron la culpa de todos los males al anterior gobierno, ahora, culpan al Frente de Todos”.
Durante estos años hablaron de la “grasa militante”, “se robaron un PBI”, “para qué queremos universidades si los pobres no llegan”, “los derechos humanos son un curro”, “éramos Venezuela”, “el sindicalismo es corrupto”, “choriplaneros”, “qué son tres pizzas”, “son todos vagos”, y varios etc, más. Se cansaron de mentir. De presentar falsedades como verdades reveladas. Ahí, en este punto, un rol relevante jugaron periodistas y medios de comunicación; desde el domingo algunos de ellos parecen estar arrepentidos.
Mientras denostaban, maltrataba y destrataban a la oposición (odio de clase incluido) en particular a un sector, el modelo neoliberal iba socavando la estructura republicana de la patria. Así fue como empresarios amigos del poder, gracias a la generosidad del gobierno, sellaban negocios extraordinarios lindantes con la corrupción. Ya no era la timba financiera la que le daba una “manito” a los amigos. Los negociados en peaje, rutas y emergenticas, correo, por caso, también recayeron en manos de los amigos del poder; oh casualidad. Obvio, el blanqueo de millones de dólares fugados ilegalmente a paraísos fiscales fue el otro peldaño que mereció la intervención judicial. Apretaron a empresario, los enviaron presos, inventaron causas judiciales. No dejaron de hacer maldades; aun diciendo que profesan el dialogo cuando de verdad son arrogantes y necios. No les interesa dialogar, solo imponer.
Ahora, con la realidad a flor de piel piden la escupidera. Tienen todas las de perder. En medio del caos generad por el modelo, intentan meter algunos paliativos a modo de mitigar la caída. Buscan la salida por lo económico cuando la solución es política: cambiar el modelo, volver al populismo, al sentido común, aquel que prioriza a la población (al conjunto) sobre el interés sectorial.
No es Macri, no es Vidal, es el fracaso del modelo que les ha devuelto la realidad en la cara. “Estúpido, es el modelo!.
