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Repavimentación de Paraná: sospechan que millones de pesos se fugaron por los baches


Más dudas que certezas

Pareciera ser que las reiteradas denuncias de vecinos canalizadas a través de Lo Nuestro en torno a la controvertida repavimentación de la calle Paraná -que debiera haber quedado como un billar, es decir a nuevo-, rinde sus frutos. Durante el fin de semana, que va del 9 al 11 de junio, trabajadores de Vicente López repararon el deteriorado pavimento de Paraná (2100) y Chacabuco, del lado de Olivos. Pero este no es el meollo de la cuestión. El tema de fondo tal cual lo venimos siguiendo desde hace varios meses, es que, a la luz de las obras realizadas, las mismas no se compadecen con la inversión destinada por la provincia de Buenos Aires, 50 millones de pesos. De acuerdo con lo manifestado en su momento por la gobernadora Vidal, cada cuadra pavimentada en el conurbano insumía una inversión de 1.000.000 de pesos. Es decir que, prácticamente la totalidad de la calle Paraná (cerca de 65 cuadras) podría haber sido perfectamente pavimentada a nuevo. Cosa que no sucedió. Seguramente la constructora C&E cobró por su trabajo. Sin embargo, lo que no deja de llamar la atención a los vecinos es que, al día de hoy y a casi dos años de los trabajos, siguen los mismos baches y grietas sobre el pavimento -ver fotos-. “Que vengan Macri y Posse, y si quiere,Vidal también, todavía tenemos baches de siempre”, argumentaba en su momento Daniel, veterano vecino de Olivos de la calle J. Salk y Paraná. Infinidades de testimonios aportados por vecinos y comerciantes a Lo Nuestro, dan fundamento a la sospecha de que en realidad no se invirtió lo que Vidal dice haber destinado. En su momento, los intendentes Gustavo Posse (San Isidro) y Jorge Macri (Vicente López) cuando presentaron las obras en plena calle Paraná y Buchardo, Martínez aseguraban que “con esta gran obra también revalorizamos los centros comerciales y barrios de la zona” y coincidían en que “se trata de un esfuerzo conjunto con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para mejorar esta importante calle que une ambos distritos”. Sí bien la inversión corrió por cuenta de la provincia a partir de partidas presupuestarias destinadas a obras municipales, el contralor de la obra recayó sobre los municipios, en particular en manos de Vicente López. En tanto, fuentes del ministerio de infraestructura provincial consultado por este medio, aseguraron que “no se registró ningún inconveniente en las obras, los trabajos se ejecutaron tal cual establecía la licitación”. La realidad desmiente el relato oficial. Si la sospecha de corrupción pende sobre la gestión de Vidal, no es menos cierto que ambos municipios deberán dar una clara explicación sobre las obras. Cosa que no han hecho. Y un plano similar debierán dar los concejales; solicitar las debidas explicaciones del caso. A excepción de los ediles del PJ de Vicente López, que presentaron un pedido de informe (elaborado por la concejal Julieta Molto) en torno, exclusivamente, al bache de Paraná y Chacabuco, ningún bloque se mostró preocupado por lo que podría ser otro acto más de corrupción dentro del gobierno de María Eugenia Vidal.

 

La inversión que nunca parece haber llegado

En cuanto a la reciente reparación del bache de Paraná y Chacabuco donde se debió colocar al poco tiempo de la “repavimentación” un planchón de acero debido al serio deterioro del pavimento, los mismos se hicieron por las molestias que causaba el ruido de la mencionada placa. Y fundamentalmente, porque por debajo del pavimento corre el Aliviador Paraná, por lo tanto, el riesgo de que el suelo ceda, estaba a un paso de ser realidad. Para no pocos vecinos un claro reconocimiento de que la inversión no llegó a Paraná tal cual lo prometido.

 

En Pinamar el pavimento tampoco aparece

El diputado nacional Rodolfo Tailhade (FPV-PJ) y el concejal de Pinamar Gregorio Estanga denunciaron penalmente al intendente Martín Yeza (Cambiemos) por el presunto desvío de más de $ 12 millones de pesos destinados a una obra pública en ese municipio bonaerense. La justicia Federal acaba de imputarlo. Según narran los legisladores en la denuncia, el Ministerio del Interior adjudicó una intervención urbana en torno a la Avenida Bunge (Pinamar) por $ 33.585.683,10 millones a la firma Ashoka Construcciones S.A. en el marco del Plan de Renovación Urbana que desarrolla la cartera nacional. La obra comenzó en septiembre pasado, y a los tres meses la empresa llevaba cobrados más de $ 25 millones, es decir el 75% del total presupuestado, a pesar de que la obra no sólo no registraba ese nivel de avance sino que además aún hoy se sigue ejecutando. De los más de $ 25 millones que fueron certificados, los estudios que fueron encargados por los denunciantes a especialistas dan cuenta que lo realmente ejecutado era menos de la mitad de esa suma. Si bien las comparaciones técnicas no siempre son certeras y justas, sí vale observar que detrás de la maniobra denunciada en Pinamar, lo de la calle Paraná, tal vez, ameritaría una investigación. No sería la primera vez que por falta de controles o laxitud a la hora de supervisar los trabajos, surgen las sorpresas. Es cierto que los intendentes por la propia dinámica institucional que cargan, delegan este tipo de contralores en sus funcionarios.


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