Caso Maldonado:los perverso y sicópatas en el centro del escenario
Extraño hallazgo
Por: “Tano” Armaleo.- No es ningún secreto que el poder tiene múltiples rostros, el de la perversidad incluido. Y tampoco es novedad decir que detrás del poder subyacen dirigentes con rostro de sicópatas. Dirigentes dispuestos a decir y hacer cualquier cosa, hasta las más inverosímiles si de preservar el poder se trata. Detrás de estos sicópatas, la faceta humana, la fibra sensible no suelen abundar. Cuestiones que muy bien están retratada en la serie televisiva House of Cards que muestra a un presidente, Frank Underwood, dispuesto a todo: montar falsos escenario, inventar terroristas, y llegado el cado, matar. Tan realista parece ser la serie que, al momento de ser consultado B. Clintón aseguró que en un 90% todo lo que allí se dice es verdad. Es evidente que detrás de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, la perversidad y la sicopatía han copado el escenario nacional.
Todo el proceso desde aquel 1 de agosto, cuando tras un operativo de la Gendarmería se denuncia la desaparición de Santiago, hasta la aparición del cuerpo hallado ayer -todo indica que sería del joven-, ha estado enmarañado, empañado y ensuciado desde el poder: judicial, y por funcionarios nacionales. Lo más grosero provino de la diputada nacional Elisa Carrió, que si no fuera por su estado psiquiátrico, debiera recaerle una severa sanción de sus pares del cuerpo.
Dicho esto, bien vale rescatar la actitud del nuevo juez de la causa, Gustavo Lleral, y de la fiscal, quienes alejados de las presiones de poder central, léase Ministerio de Seguridad, procuro encauzar la manifiesta desprolijidades encarada en su momento, por el juez Guido Otranto quien debió ser apartado.
Cuesta comprender cómo, con más de 300 uniformados, perros adiestrados, drones, y helicópteros realizaron dos amplios rastrillajes y no encantaron nada sobre el campo donde se denunció la desaparición forzada de Maldonado. Recién ahora, con un nuevo juez y a días de las elecciones encuentran un cuerpo a escasos metros donde antes fue rastrillado por cientos de expertos.
Solo una autopsia seria y alejada de los intereses del poder, oficial u opositor, permitirá saber cómo murió Santiago Maldonado, y sobre todo, cómo apareció el cuerpo en un sitio hasta ayer controlado y peritado metro por metro.
Así como detrás del suicidio del polémico fiscal Alberto Nisman se acaba de introducir la hipótesis de crimen a partir del armado perital de Gendarmería Nacional, no sea cuestión que aquellos sicópatas del poder intenten alterar nuevamente la causa del joven. Afortunadamente, la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense es garantía de responsabilidad y seriedad.