Vidal con ceño fruncido por lista de diputados
Graciela Ocaña encabeza la grilla
La gobernadora Vidal había dejado trascender su malestar -en el círculo más íntimo-, cuando la danza de nombres que integrarían la lista de diputados nacionales comenzó a circular por los despachos oficiales. De la mano de Mauricio Macri y Marcos Peña, Vidal se interiorizaba que desde la Casa Rosada se definirían quiénes debían encabezar la lista. Así surgió el nombre de la ex Carrió, ex Alianza, ex Lousteau, y ahora oportunamente macrista, Graciela Ocaña. La “dama de aluminio” de Buenos Aires, pretendía impulsar a Facundo Manes. Se topó con la negativa de Peña quien exigía que la ex PAMI encabezara la grilla como diputada nacional.
El nombre de Ocaña salió de la galera a modo de debilitar la estructura del radical Martín Lousteau; la detención del “mafioso” de la Salada Castillo quien abrevada políticamente del mismo espacio (radical en Cambiemos) también debiera leerse dentro del mismo libreto.
Ante las limitaciones con las que se encontró Vidal y a modo de compensarla, le dejaron el armando de las listas seccionales; diputados y senadores provinciales.
Otro que quedó relegado fue el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, enfrentado con la gobernadora y con un poder cuestionado por el macrismo más puro.
Sabido es que, la gobernadora es estimulada y mimada por los grandes popes industriales como la gran figura nacional. Así lo hicieron en Bariloche y recientemente en un encuentro organizado por los multimillonarios industriales en el hotel Alvear donde ratificaron que es la figura más trascendente del escenario nacional. En realidad, la jugada empresarial responde a un solo interés: disputarle poder a Mauricio Macri a fin de seguir engrosando sus bolsillos.
Vidal, consciente de la jugada no rehúsa de dicho escenario empresarial. Lo utiliza con toda la intencionalidad. Pretende (la mandataria provincial) suceder a Mauricio Macri dentro de una pelea en que Marcos Peña - son mis ojos dice el presidente -, no está dispuesto a cederle protagonismo a una dirigente que hoy tiene vuelo y peso propio como argumentan desde la intimidad de la Rosada.
Ocaña, que no suma vota y mucho menos coherencia política, fue la cuña que instalaron desde Balcarce 50 al sólo efecto de bajarle el copete a María Eugenia Vidal.
